No sé si será la Ley Sinde o no, pero ya no me funciona el Emule.
Justo tenía que ser ahora, ahora que me disponía a bajarme la maravillosa Bal, del turco Semih Kaplanoglu. La vi ayer en los cines Golem, ayer que era día del espectador mileurista, y me dejó temblando de emoción. Hoy necesitaba empezar a descargarla, para poder tenerla guardada en el disco duro. O por lo menos para recortar alguna de las muchas escenas memorables que tiene, para enseñárosla si os interesa y, sobre todo, para guardármela yo, rendirle así un pequeño homenaje y luchar contra esa demencia senil que tanto temo que me llegue un día, dejándome sin saber distinguir el cine que en algún momento me puso los pelos de punta, del que no me hizo tilín.
Además, estaba a punto de descargarme ese disco de Discos Fuentes, publicado en 1956 y jamás reeditado. Tenía pensado gozármela toda la tarde con esa música, ¿y qué hago ahora? ¿Alguien tiene el teléfono de Álex de la Iglesia, para que me los pase? ¿O directamente me voy al cine a ver su putamierda de Balada de trompetas, para quitarme de encima esta mala leche que tengo?