lunes, 6 de julio de 2015

No poner canción


Liliana Felipe. No poner canción (3'34'')
En Matar o no matar. Buenos Aires: Los Años Luz Discos / Ediciones El Hábito, 2006

ἀναρχία

Enhorabuena a los 4.054.521 griegos llamados a votar hoy que no lo han hecho. Son los ganadores del referéndum. Son en casi medio millón más numerosos que los que han dicho que "no" al paquete de medidas de austeridad y que sí a los politicuchos de sus gobernantes, para que sigan negociando con los politicuchos de la Troika y acaben llegando a un acuerdo entre politicuchos que terminará afectando directamente a sus vidas y sobre el que seguro que no les consultarán. En efecto, habrá que decir que Grecia sigue siendo la cuna de la democracia. En primer lugar, porque democracia no es que te pregunten una vez de ciento en viento qué es lo te parece cierta cuestión política y luego delegar en unos señores para que decidan sobre todas las demás; democracia es tomar las riendas de tu vida y asumir a diario tu responsabilidad como sujeto político, y por tanto no haber ido a votar en un referéndum esporádico es un gesto de infinita mayor responsabilidad política y de sensibilidad democrática que haber ido a votar sí o no. Y en segundo lugar, también habrá que decir que Grecia sigue siendo la cuna de la democracia porque en ese territorio siguen viviendo más de trescientos mil "metecos" (extranjeros con permiso de residencia) y se calcula que casi un millón de esclavos (extranjeros sin papeles, 132.524 de los cuales fueron deportados solo en el año 2010 por la autoridades griegas), a los que no se les permite votar aunque quieran y de los que nadie, ni de izquierdas ni de derechas, se acuerda, exactamente igual que en la antigua polis ateniense. Así que, aunque solo sea por solidaridad con los metecos y los esclavos de Grecia, idos a la mierda con vuestro όχι y vuestro ναί: ¡¡¡¡¡ἀναρχία!!!!!

miércoles, 1 de julio de 2015

El hilo


En el último disco de La Musgaña con Quique Almendros (Temas Profanos, Madrid: Karonte, 2003) había un tema cantado por Joaquín Díaz, que se llamaba Las hilanderas. Aquí está muy posiblemente la fuente de la que sacaron esa canción, una grabación de campo realizada  en un pueblo del Aliste que se conserva sin editar en el archivo de RTVE y que el otro día pinchó en su programa Músicas de tradición oral el musicólogo burgalés Gonzalo Pérez Trascasa. Por lo que dice el locutor, él mismo estuvo presente en la grabación hace más de veinte años, y los intérpretes fueron un tal Prudencio y una tal Victoria, a los que se iban sumando sus vecinos del pueblo: reproducían una ronda tradicional con la que los mozos llamaban en las noches de verano a las mozas que estaban hilando a las puertas de sus casas para que dejasen la labor y acudiesen al baile. Menudo cómo cantaba aquel Prudencio. A partir de ahora, cuando escuche la versión de Joaquín Díaz con los inconfundibles arreglitos al laúd y al acordeón de Carlos Beceiro, me temo que me va a parecer una cursilada.