lunes, 28 de febrero de 2011

Alma Allende y Ainara Makalilo, desde Túnez

Los ojos llenos de lágrimas ven más claro, el corazón acelerado riega mejor el cerebro...


"Nos enseñan también los proyectiles monstruosos que las fuerzas del orden utilizan para dispersar a los manifestantes: fabricados en USA en 1984, contienen clorobenzilideno malononitrilo, sustancia lacrimógena que en grandes cantidades puede provocar edema pulmonar, pneumonía química y crisis cardíaca."