miércoles, 28 de septiembre de 2011

Por las ramas


Oasis. Chang-dong Lee. 2002

lunes, 26 de septiembre de 2011

Las injurias

Dice Guillem Martínez que "la Cultura de la Transición es la ausencia de beligerancia hasta en el lenguaje. La CT es, también y fundamentalmente, una construcción lingüística para pintar de blanco las estridencias".

http://guillemmartinez.blogspot.com/2005/11/diccionario-martnez-poltico.html

Cuando vimos El honor de Las Injurias, de Carlos García Álix, hermanísimo exponente de la Cultura de la Transición, todavía no habíamos leído a Guillem Martínez, y tampoco habíamos reflexionado demasiado sobre los mecanismos con los que se articula el lenguaje hegemónico impuesto desde las instituciones culturales españolas desde la muerte de Franco hasta nuestros días. Sin embargo, durante aquella hora y media de CT primaveral en la Filmoteca nos revolvimos de lo lindo en nuestra butaca. Sentíamos un escozor infinito en el culo al contemplar precisamente eso que Guillem tan bien nos definió luego: bajo la sábana blanca de un supuesto documental, con la falta de estridencias propia de una maquinaria fina, se nos iba retransmitiendo de arriba a abajo todo el sucio ideario que sirvió para abotargar a la generación de nuestros padres y madres.

Felizmente subvencionado para disponer de todo un arsenal de materiales de archivo, Carlos García-Álix, el hermano del famoso fotógrafo de la Movida, se nos disfrazaba de documentalista para hacer publicidad descarada de nuestro modelo de Transición democrática. Un narrador televisivo, con voz grave y mil veces neutra, nos bombardeaba desde la gran pantalla del Cine Doré con las mismas ideas fuertes con las que vienen martilleándonos estos artistas chupones desde hace más de 30 años: "que qué malos eran los unos y los otros durante la Guerra Civil Española", "que qué miedito los anarquistas, con sus hordas de gatillos fáciles esperando las órdenes de García Oliver", "que qué brutalidad las de aquel pueblo mísero, determinado desde el nacimiento por el olor a pozo negro de los pueblos y poblados donde los parieron".

¿Pero hasta cuándo nos vamos a seguir creyendo esa mierda de que la gente que padeció la Guerra Civil en España era idiota, y sólo el hambre y la ignorancia les condujo a matarse entre ellos? ¿Cuándo nos van a hablar de las lecturas de nuestros abuelos madrileños, de los pasquines, de las tertulias, del debate ideológico que se vivía en todos los rincones de la ciudad en aquel momento en que el futuro político de la humanidad se definía en la sierra de Guadarrama? ¿Por qué ninguno de estos artistas subvencionados nos va a sugerir nunca que los ignorantes políticos somos nosotros, una generación anulada para el juicio político por la telebasura y el telemárketing? ¿Quién va a ser el valiente que nos recuerde que los pobres de aquellos abuelos siguen hacinándose hoy en infraviviendas mientras los hijos y los nietos de los ricos contra los que lucharon se lo siguen pasando en grande en el barrio de Salamanca? ¿Cuándo se van a dignar a llamarle por su nombre ("duelo de garrotazos") a lo que vivimos hoy en día en nuestras calles?

Pues eso. Que me cago en su "lenguaje automatizado".



El honor de Las Injurias. Carlos García-Alix. 2007

martes, 20 de septiembre de 2011

Abuela climbing

Para los que ya no saben en qué dar en la montaña...

Narayama-bushi kô (La balada de Narayama). Shôhei Imamura. 1983

lunes, 19 de septiembre de 2011

La juventud del Papa


Luis Buñuel. La voiee lactée. 1969

viernes, 9 de septiembre de 2011

Los docentes de Madrid se reorganizan tras la traición de los sindicatos subvencionados



Vuelta la burra al trigo. La asamblea de delegados de centro y zona, celebrada el pasado jueves 8 de septiembre en la sede de UGT de Madrid volvió a no ser eso: una asamblea. Se coartó una vez más la soberanía de ese órgano, impidiendo que los delegados allí reunidos tomaran ninguna decisión. No se sometió a su consenso ninguna propuesta. No se admitió a votación ni uno solo de los puntos del calendario de movilizaciones que supuestamente estaban llamados a aprobar allí. Y eso que los mandatos que traía la inmensa mayoría de los delegados eran meridianamente claros: no a la huelga-paripé del día 14, sí a una huelga indefinida de martes a jueves todas las semanas hasta la consecución de los objetivos, sí a la creación de un comité de huelga paritario, con un 50% de profesores sin filiación sindical.

Es cierto que quien pretendió ser la moderadora de aquella asamblea, la secretaria de acción sindical de CCOO Isabel Galvín, actuó de una forma significativamente más transparente y con mejor voluntad que quien asumió su mismo rol en la reunión informativa del pasado día 31 de agosto. Sin embargo, continúa existiendo un grave entuerto en la gestión de estas pretendidas asambleas. Un entuerto de carácter político, fruto del alumbramiento de Sol el 15-M, y cuya prolongación en el tiempo, según este humilde redactor, está siendo impuesta de forma malintencionada por las cúpulas de los dos sindicatos de concertación y los tres sindicatos corporativos, que no están dispuestos a ceder un átomo de sus privilegios a cambio de que los docentes se levanten y luchen organizadamente contra el programa de recortes de sus derechos decidido por el gobierno regional de Madrid, en connivencia con el gobierno central y sus socios financieros.

¿Por qué no se permitió a los delegados de las asambleas de profesores constituidas en multitud de centros educativos y zonas de la Comunidad de Madrid gestionar los acuerdos que llevaron a la asamblea general desde sus respectivos órganos soberanos? Los argumentos de los cinco representantes de las empresas de servicios laborales (CCOO, CSI-F, FETE-UGT, STEM y ANPE), que el pasado jueves volvieron a controlar la reunión desde el estrado del auditorio de la Casa del Pueblo en Avenida de América, eran cuatro:

- Que había claustros y asambleas de zona que todavía se estaban reuniendo o se iban a reunir, y cuyos acuerdos aún desconocían.

- Que estaban secuestrando a los compañeros encerrados en la sede de la Consejería, y que había que ir corriendo a liberarlos.

- Que los delegados de las diferentes asambleas no eran realmente delegados, sino portavoces, mensajeros sin capacidad de decidir.

- Que se habían ausentado de la sala ya bastantes delegados y así no había manera de cerrar un acuerdo.

Siguiendo un estratégico orden cronológico, esos tres argumentos fueron dosificados desde la mesa a lo largo de las 4 horas y pico que duró la reunión, con la intención de no ceder el poder a quienes legítimamente allí lo tenían. Vaya una Casa del Pueblo era aquella donde al pueblo se le impedía decidir.

Pero empecemos por el principio.

La reunión del pasado día 8 comenzó hacia las 5.30 de la tarde con un discreto discurso de quien agarró de primeras el micrófono, sin consultar a los delegados si les parecía bien otorgarle el papel de la moderación. Era la liberada sindical Isabel Galvín, anteriormente mencionada. En ese discurso de presentación explicó el proceso de recogida de las respuestas al cuestionario que los sindicatos de concertación habían enviado a todos los claustros de profesores de centros educativos de la Comunidad de Madrid. En la puerta, una grupo de liberados de CCOO, con sus flamantes ordenadores, seguían recogiendo en una supuesta base conjunta los datos que los delegados les entregaban en mano al entrar en el auditorio. Aprovechando la oportunidad que ella misma se había brindado, y habiendo recibido ya los resultados del primer sondeo, Isabel Galvín lanzó el primer argumento para distraer a los delegados allí reunidos de su obligación de decidir el calendario de movilizaciones: "¡No tenemos todavía todos los datos! ¡Algunos se están reuniendo ahora mismo! ¡Otros se van a reunir mañana!"

El contenido del cuestionario que se había enviado a todos los profesores de secundaria de Madrid era el siguiente:

1. ¿Estás a favor o en contra de las Instrucciones de Inicio de Curso 2011-2012 y de los recortes de plantilla y recursos en la enseñanza madrileña en todas las etapas educativas?
  • A favor
  • En contra
2. ¿Estás dispuesto a movilizarte en contra de las Instrucciones y en contra de los recortes en Enseñanza Pública en todas las etapas educativas?
  • No
3. ¿Qué tipo de movilizaciones consideras más adecuado? (puedes marcar más de una opción):
  • Huelga
  • Manifestaciones y concentraciones
  • Otros (encierros, pancartas en los centros, acampadas, etc.…)
4. Si estás a favor de la convocatoria de huelga, indica qué modelo crees que debe seguir la convocatoria, tras el día de huelga convocado el 14 de septiembre:
  • Huelgas alternas en un conflicto continuado (encierros, jornadas de defensa de la escuela, sensibilización a las familias).
  • Huelga indefinida.
  • Huelgas alternas pero de varios días de duración (martes, miércoles y jueves).

Como podrá comprender cualquier lector atento, el cuestionario estaba trucado. En el último punto se daba por supuesto un día de huelga el día 14 de septiembre, coincidiendo con la apertura oficial del curso en la enseñanza secundaria. Ese día de huelga no había sido consensuado por los profesores, que ya desde la reunión informativa del día 20 de julio, y sobre todo en la del 31 de agosto, estaban avisando sobre los inconvenientes de esa huelga-paripé de un solo día: que era día de fiesta en varios municipios de la Comunidad de Madrid, que era un día informal de presentaciones, que sólo unos pocos profes de cada claustro estaban obligados a acudir, que ya sabían que un paro simbólico de un día no servía para nada.

Se abrió el turno de palabra y se fue llamando a los delegados de zona, profesores que voluntariamente se habían ofrecido para transmitir los datos de la encuesta en sus centros de trabajo y volcar los acuerdos tomados en ellos a la asamblea general. Apareció en el estrado, abriendo el turno de palabra, con su chistera en la mano, el profesor Agustín Moreno, sindicalista de largo recorrido que ha asumido, ante la desconfianza lógica del colectivo docente hacia los sindicatos amarillos, el viejo papel del "policía bueno". El personaje que representa es el de afiliado del sector crítico de su organización (en este caso CCOO), un hombre "independiente" que esta vez sí va a ponerles las cosas en su sitio a las cúpulas y no va a permitir que se pacte nada hasta que se consigan todos y cada uno de los objetivos de la movilización. Los que llevan más tiempo en estas lides le explicaron a este redactor que el personaje de Agustín Moreno no tiene nada de mago, y sí mucho de traidor.

Pues bien, en calidad de delegado de su zona, Agustín Moreno expuso ante el público los acuerdos que su asamblea le había mandatado transmitir, y, después de eso, dio rienda suelta a su facundia para exponer su nuevo plan de movilizaciones: encierros, manifestaciones, difusión masiva en los barrios y... tatatachán, huelga de tres días por semana, empezando desde el 20 de septiembre hasta el día 22. Agustín Moreno, igual que la cúpula de la corporación sindical a la que pertenece, había cambiado sensiblemente su discurso al conocer los resultados abrumadores de la encuesta. Ya no quería una huelga el día 14 y "una serie de movilizaciones continuada para situar el conflicto contra los recortes en la educación pública madrileña en el debate de la campaña electoral del 20 de noviembre". Ahora hablaba de una huelga indefinida, apelando de forma vehemente a los señores que estaban sentados en la mesa para que permitiesen, de una vez por todas, que la asamblea decidiese un calendario claro de movilizaciones. Estaba bien. Yo me dije: "¡vamos!".

Después, fueron apareciendo en el escenario los diferentes delegados. A los pocos turnos, todo el pescado estaba vendido. Los profes se habían pronunciado y preferían por amplia mayoría una huelga contundente de carácter indefinido a una huelga paripé en un día en el que la repercusión del paro no podría ni siquiera evaluarse de forma clara.

Aunque varias voces se lo habían avisado en la anterior reunión del día 31 de agosto, los sindicatos de concertación habían decidido el pasado día 6 de septiembre, por su cuenta y riesgo, convocar una huelga de un día para el próximo día 14. El pasado día 8, en la sede de UGT, a medida que los delegados de las diferentes zonas fueron presentando sus acuerdos fundamentados en los datos de la famosa encuesta, quedó bien claro que los profes no estaban de acuerdo con su decisión unilateral. Lo que querían no era un paro simbólico para el día 14, con una movilización constante las siguientes semanas, sino una huelga desde el martes 20 de septiembre hasta el jueves 22, prolongada de martes a jueves durante las siguientes semanas hasta la retirada de las instrucciones de la Consejería de Educación y la readmisión efectiva de sus 3.200 compañeros interinos despedidos. La liebre les había saltado delante de las narices a los jerifaltes de los sindicatos amarillos, con la pólvora mojada después de tantos años de pactos y traiciones a la clase trabajadora de este país. Los profes, en un gesto de responsabilidad, desconfiaban de los representantes sindicales de las cinco empresas mayoritarias, y sospechaban que, manteniendo la huelga del día 14, podrían, como dijo la delegada de la asamblea de Getafe, "pasar cosas" entre ese día y el día 20, la fecha en la que los profes tenían pensado poner toda la carne (y la nómina) en el asador. Son muchos años de negociaciones a las espaldas de las asambleas de trabajadores, y no es de extrañar que los profes se temieran que en esa semana de entre el 14 y el 20 de septiembre Esperanza Aguirre y sus socios en el gobierno central ofreciesen algunas migajas que los sindicalistas a sueldo estuvieran dispuestos a zamparse como almuerzo. Saben que la maquinaria mediática de esos sindicatos de concertación es poderosa, y sería capaz de presentar esas migajas ante la opinión pública como un logro histórico, para que mientras Rubalcaba, que ya se ha manifestado a favor de los profes de Madrid, suba unos pelos en las encuestas de intención de voto.

No nos olvidemos que en estos momentos lo que está en juego, además de los puestos de trabajo de 3.200 interinos y la rendición incondicional al proceso de privatización de la escuela pública, también son los cupos de liberados sindicales y su capacidad de representación tras la última reforma de la negociación colectiva y el estallido de la estrella Sol. Las cúpulas de CCOO y UGT, con su legión de liberados, se han empezado a movilizar en las calles con el claro objetivo de, en primer lugar, mantener sus privilegios, y, en segundo lugar y de la mano del anterior, conseguir que el partido fascista PP no gane las próximas elecciones generales. El criminal Alfredo Pérez Rubalcaba, autor intelectual, entre otras cosas, de los miles de controles de identidad y redadas racistas que tienen aterrorizada a la población migrante en Madrid y otras cuantas ciudades de España, está también detrás de esa jugada.

Lejos de esos politiqueos, los profes madrileños han dado una lección de autogestión y compromiso, aprovechando el esqueleto organizativo de los sindicatos de concertación para crear un verdadero cuerpo de asambleas soberanas. El músculo lo han puesto ellos, los profes. El espíritu viene evidentemente de Sol. Por eso en la sede de UGT el otro día sudaron tinta los cinco representantes, cinco, de las empresas de servicios laborales mayoritarias en el sector de la enseñanza pública madrileña: CCOO, UGT, STEM, CSI-F y ANPE. Echaban miradas perdidas al tendido, se rascaban, bufaban, a medida que los delegados reclamaban con cada vez más fuerza pilotar la movilización. Incluso en un momento, mediada la reunión, tuvieron que hacer ellos mismos una asamblea allí encima del estrado, mientras el delegado de una de las zonas exponía los datos y los acuerdos emanados de su asamblea. Aquel delegado, como buen profe que era, tuvo que reprender a los señores de los sindicatos por no estar atendiendo a su explicación y andar liándola sobre el estrado.

En definitiva, lo que se fue demostrando el pasado 8 de septiembre es que los profes de secundaria madrileños habían hecho los deberes, exhibiendo una capacidad organizativa y una transparencia asamblearia que los sindicalistas a sueldo, anclados todavía en los tiempos de antes del 15M, no se esperaban ni en sus peores sueños. El compromiso de los docentes madrileños para responder luchando a la última agresión a la educación pública superaba con mucho los planes de las centrales sindicales que habían apostado desde el principio por un conjunto de pataletas semanales "para situar el conflicto contra los recortes en la educación pública madrileña en el debate de la campaña electoral del 20 de noviembre". El pasado 5 de septiembre, cuando todo este conflicto de intereses empezaba a brotar, Agustín Moreno dixit:
Dosificando nuestras fuerzas, por ejemplo, estableciendo una cadencia de acciones semanales coordinadas en todos los centros de secundaria: cada semana debe de tener su afán y la coordinación le da más impulso colectivo y más repercusión mediática. Por ejemplo, semana de la consulta-referéndum, semana de divulgación de las reivindicaciones (decoración del exterior de los centros con pancartas, fotos de los profesores que faltan, reparto de octavillas a los vecinos, etc.), semana de la convocatoria y asambleas con las familias, semana con huelga, semana de constitución en asamblea permanente en los centros de toda la comunidad educativa (algo así como “Nos desvelamos por la Escuela Pública”), semana de huelga a la japonesa con acciones que demuestren que el problema no es el aumento de la jornada sino la pérdida de miles de empleo y las consecuencias negativas en la calidad educativa (clases por la tarde, en las plazas de los barrios y pueblos, sábado de centros abiertos, etc.), semana de grandes manifestaciones en las calles, nueva semana de huelga esta vez de estudiantes, nueva huelga del profesorado, etc.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=135104

Así pues, cuando los sindicalistas de concertación se vieron en la tesitura de tener que desconvocar su huelga-paripé del 14 y de acatar el acuerdo de la mayoría de las asambleas de centros y zonas de Madrid, por las esquinas de la sede de UGT los teléfonos empezaron a echar humo. A los representantes de las corporaciones sindicales se les ocurrió un nuevo argumento dilatorio, que sumar a los consabidos de "tenemos que estar unidos", "no os equivoquéis de enemigo". El argumento era el siguiente: "¡Atención. Están secuestrando a nuestros compañeros encerrados en Vitrubio! ¡Hay que ir corriendo a rescatarlos!". Inmediatamente, la gente se unificó en el sobresalto. Uno sentía el mismo arrugón en el estómago que cuando ve un rato los informativos de CNN Internacional o la fase final del Gran Hermano.

El show estaba servido. Los más viejos del lugar recordaban la estrategia de los grises en las movilizaciones del 68, esos que se infiltraban en las asambleas de la Universidad para gritar, en el momento oportuno: "¡Han detenido a fulanito, hay que ir a defenderlo a la comisaría!" Los delegados más jóvenes, especialmente los interinos, obviamente no recordaban eso, pero con un dedo índice hacia abajo y el puño francamente cerrado indicaron a la mesa que no se pensaban ir a ningún lado hasta haber decidido el calendario de movilizaciones. Son los mismos que en la reunión del 31 supieron arrebatar el micrófono al "Follonero", actor cómico asalariado de la Sexta, Mediapro y sus socios en el gobierno, cuando el moderador le dio el turno de palabra y él se subió al escenario a hacer el payaso. Es un gustazo saber que, dentro de este incipiente movimiento, hay profes conscientes de que la conversión de su lucha en un espectáculo televisivo se volverá en contra de sus intereses. Sin embargo, anteayer por la noche, mientras el programa "La Noria" de la cadena de televisión Telecinco (propiedad de Silvio Berlusconi, en asociación con los dueños de Vocento) emitía en directo su programa de cotilleos desde la sede de Vitrubio, me quedaban dudas de que esos profesores conscientes fueran a ser los suficientes.

Pasadas las 7 de la tarde, y una vez desactivada la treta del show, los delegados de las diferentes asambleas de centro y zona seguían exponiendo sus acuerdos sobre la tarima de la sede de UGT, confirmando que la opción de la huelga indefinida de martes, miércoles y jueves era la herramienta de lucha elegida por la mayoría de los profesores de Madrid, y que la opción de un comité de huelga paritario era el mecanismo elegido para la futura negociación. Entonces, sintiendo el agua en el cuello, a la moderadora de CCOO se le ocurrió un nuevo argumento para que aquella reunión no se convirtiese en una verdadera asamblea y todos los delegados se volvieran a sus casas sin haber consensuado, o votado, una solución. Consistía en decir que los delegados de las diferentes asambleas no eran realmente delegados, sino portavoces, mensajeros, gente sin capacidad de decidir.

Como les dijo un estupendo profe desde el atril, los delegados sabían perfectamente lo que sus respectivos grupos habían tratado en sus órdenes del día, eran lo suficientemente responsables como para gestionar sus acuerdos y no ir a pronunciarse sobre asuntos sobre los que su asamblea de zona o centro no había sido consultada. Y los asuntos sobre los que no había acuerdo, por lo general, tenían que ver con la cuestión peliaguda de si extender la movilización a la enseñanza primaria o no, o si hacer encierros y acciones unitarias o llevarlas a cabo independientmente por barrios o institutos. En cambio, los delegados sí habían traído muy muy clara y por escrito la decisión de sus compañeros de no secundar una huelga el día 14, la adopción del modelo de huelga indefinida de tres días durante semanas consecutivas hasta la retirada de las medidas y la constitución de un comité de huelga paritario, blindado a la traición.

Por desgracia, el globo sonda guindado por la mesa tuvo cierto efecto. Algunos de los delegados de la sala se compraron el argumento y empezaron a dudar sobre su propio proceso de empoderamiento. En el interior de cada uno seguramente se vivía un viejo debate ideológico, de grandísimo calado y de cuya resolución depende, muy probablemente, el futuro de la contestación social en España. Es la lucha entre el viejo sistema de la democracia representativa, y la nueva luz del asamblearismo y la autoorganización. Este segundo sistema, el asambleario, ha sido impulsado en este país por el Movimiento Sol con una fuerza desconocida desde aquel año 68 del que hablábamos antes, o tal vez desde la Revolución Social de hace tres cuartos de siglo. El modelo asambleario, horizontal, donde todos los que participan están llamados a no delegar y tomar decisiones en favor del colectivo, se la está jugando en estos días, muy concretamente a propósito de esta movilización de los docentes de la enseñanza pública en Madrid. Si las estructuras representativas maquinadas y subvencionadas por el Estado consiguen atascar ahora al creciente movimiento asambleario, es probable que el salto del Movimiento 15M al ámbito crucial de las reivindaciones laborales termine para siempre, o por un buen montón de tiempo, en el olvido. Y si el modelo asambleario no consigue afectar los tajos, las cabinas de los trenes, los camiones y los autobuses del Estado español, las aulas del movimiento obrero, es probable que la luz del Sol se vaya extinguiendo poco a poco y las asambleas constituidas por todo el territorio después del 15-M se queden ancladas en esa función simbólica, lúdico-reivindicativa, que hasta ahora ya han conseguido desempeñar. Los medios de comunicación hegemónicos se encargarán con el tiempo de convetir al 15M, una vez más, en un simple show que no ponga en riesgo los intereses de quienes verdaderamente llevan la batuta y tienen todo el poder.

Consciente o no de la profundidad de lo que allí se estaba dilucidando, la mesa intentó barrer hacia el modelo obsoleto de la representatividad. Sobre el estrado de la sede de UGT, la delegada de STEM proclamó "ex cátedra" que no había otra forma de asamblea que la que ellos habían planteando desde hace no sé cuántos años. Inmediatamente, la moderadora de CCOO sugirió al público que ella venía en representación de los 2.000 profesores que la habían votado en las últimas elecciones sindicales. Ese argumento resultaba francamente torticero, y más habida cuenta de que ellos mismos, los representantes de los sindicatos amarillos, ya habían dicho por activa y por pasiva, en esa reunión y en las anteriores, que la huelga era de los profesores, que dependía exclusivamente del compromiso de estos para que saliera adelante, y que ellos simplemente pondrían a disposición del profesorado la estructura organizativa y el asesoramiento técnico. Básicamente, lo que la liberada de CCOO estaba diciéndoles a los delegados de las distintas asambleas es que, en una asamblea constituida soberana y exclusivamente para gestionar las movilizaciones de los profesores en las próximas semanas, valían más los votos de las elecciones sindicales que con rutina el Estado había convocado en los institutos hace no sé cuántos meses, que los acuerdos que los propios delegados habían recogido esa misma mañana o el día anterior. Era el mismo argumento de Esperanza Aguirre cuando clama ante las fuerzas del orden público para que desalojen a los acampados en alguna de las plazas de Madrid, porque a ella le ha votado el 25% de los habitantes de esta región, y a los acampados no.

Al final, como los delegados insistían en reclamar su capacidad de decisión, lo que se propuso desde los sindicatos era una nueva consulta exprés a todos los profesores de secundaria preguntándoles acerca de un único punto: si querían o no la huelga del día 14. Después de haber escuchado la decisión soberana de casi toda la ristra de asambleas de centro y zona, y que era taxativamente "no al paro-paripé del día 14 y sí a un día de lucha en esa fecha, pero sin huelga", los sindicalistas a sueldo, para salvar el culo, decían que no podían dejar resuelto ese tema y desconvocar ahí mismo, sino que antes tenían que hacer una consulta por correo electrónico a todos los profesores de Madrid. Ahí la comparación con las asambleas surgidas bajo el paraguas de Sol se me hacía otra vez ofensiva. Me imaginaba al concejal de Cultura y Deportes del municipio de Fuenlabrada, por ejemplo, presentándose todos los sábados a la asamblea popular de su pueblo, arramplando con la moderación, e impidiendo a la gente que aprobase la publicación de un comunicado, o la convocatoria de una concentración, porque él tenía que preguntarles antes su parecer a los 10.000 vecinos que habían votado a IU en las últimas municipales.

La reunión se estaba tensando mucho hacia las 9 de la noche. Frustrados ante el bloqueo que les ejercía la mesa, los profesores se les estaban subiendo literalmente a las barbas a los sindicalistas de profesión. Incluso la delegada por Getafe se encaramó en el estrado y dijo que no se movía de allí arriba hasta conocer la fecha, el lugar y la hora exacta de la próxima asamblea general, donde quedase aprobado de una puñetera vez un calendario claro de movilizaciones con el que estuviera de acuerdo la mayoría de los profes movilizados en Madrid. Se mascaba en aquel auditorio algo parecido a una rebelión.

Con el agua al cuello, la mesa lanzó su último órdago: "Ya a estas horas no se puede decidir nada, muchos de los delegados han abandonado la sala ya". Este humilde redactor no sabía si reírse o llorar después de todas esas horas pegado a la butaca. La comparación con lo que había visto recientemente en las asambleas populares de los barrios de Madrid, me terminó de decidir por la segunda opción. Era como si en la Asamblea Popular de Pueblos y Barrios de Madrid, que se constituye cada quince días en la plaza del Carmen, o en el propio Sol, no se pudiesen alcanzar consensos cada vez que el portavoz de la asamblea del Barrio de la Latina se ausentara para orinar, o por la razón de que el portavoz de Moratalaz no hubiera ido, porque se le había alargado una comida familiar.

Al final de la reunión, rondando ya las 10 de la noche, el desbarajuste era total. Los 5 empresarios de la mesa, en conciliábulo, decidieron recurrir a su última opción: "Que salga Agustín", murmuraron ellos. "¡Que salga Agustín!", gritó la clap de Comisiones Obreras desde el sector del central izquierdo de la sala.

Allí apareció el mago de la traición, esta vez ya sin chistera ni nada. Agarró del pestorejo un conejo blanco y se lo mostró orgulloso a los demás delegados:

- No habrá huelga el día 14, será una jornada de lucha sin más.

El público gritó: "¡Bieeeeeen!"

- Habrá huelga indefinida de tres días, 20, 21, 22, continuada a la semana siguiente con encierros, concentraciones, pantomimas, cartas de recomendación, blabablá, blablablá...

El público gritó: "¡Bieeeeen!" Menos un pequeño reducto de delegados, que aún permanecía despierto, y que recordó:

- Pero con huelga también en la segunda semana, ¿no Agustín?

Y a Agustín el conejo blanco le empezó a patalear un poco, allí suspendido ante tanta tensión:

- Sí, sí, por supuesto, y huelga la segunda semana también - dijo Agustín Moreno, el sindicalista de CCOO.

Así terminó la supuesta asamblea general del pasado día 8 de septiembre en la sede de UGT en la Avenida de América de Madrid. Al día siguiente, aparecieron las actas públicas de dicha reunión, y no se mencionaba por ningún lado la huelga indefinida. Nada más se supo de los datos recopilados aquel día, que hasta el momento en que se hicieron públicos determinaban que un 57 % de los profesores de Madrid estaban dispuestos a ir a una huelga de tres días por semana (martes, miércoles y jueves) con carácter indefinido hasta la resolución favorable del conflicto, y que otro 16%, además, estaba dispuesto incluso a una huelga indefinida total, los cinco días de la semana. En total, un 73% de los profesores de secundaria en Madrid querían una huelga indefinida.

Hoy día 13 de septiembre de 2011, siendo de mañana, las cinco corporaciones sindicales mayoritarias en el sector, han revelado su traición: han convocado solamente dos paros de profesores de enseñanza secundaria, uno el día 20 de septiembre, y otro el 21. Ni hablar de huelga indefinida. En vez de tres días para empezar, que sean dos días de mierda y se acabó.

A las pocas horas, la Asamblea de Docentes en Lucha, constituida ayer día 12 de septiembre en el Parque del Retiro de Madrid, ha publicado un comunicado consensuado en la tarde de ayer, llamando a secundar la huelga que de verdad quieren los trabajadores de la enseñanza pública en Madrid, y ampliando la convocatoria a todos los niveles y modalidades de la educación. Quieren hacer una gran asamblea, soberana, horizontal y verdaderamente transparente, en el CSOA La Traba el próximo día 15 a las 6 de la tarde. Les apoyan la Plataforma Soy Pública y la Plataforma de Interinos de la Comunidad de Madrid (PICAM), que hoy tiene una asamblea abierta a las 6 de la tarde en la plaza de Las Descalzas del centro de Madrid. Cuentan con el apoyo de los sindicatos CNT, CGT y Solidaridad Obrera, que de momento ya han solicitado el permiso de huelga para los días 20, 21, 22, 27, 28 y 29 de septiembre.

http://soypublica.wordpress.com/

Veremos quién puede más: el conejo o el cristal.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El 15-M contra el sindicalismo amarillo: la huelga de profesores en Madrid (2º asalto)


Anteayer se celebró en la plaza de Puerta de Toledo, desde las 7 de la tarde hasta que la Policía Nacional intervino para disolverla, la primera asamblea general de profesores de Madrid, convocada por la Plataforma Soy Pública con la intención de dar una respuesta colectiva a los últimos recortes en educación impuestos por el gobierno regional de Madrid y que suponen, entre otras cosas, el despido de 3.200 profesionales de la enseñanza secundaria madrileña.

Digo "la primera asamblea general de profesores de Madrid" porque el multitudinario acto que se celebró el pasado 31 de agosto en la sede de la corporación CCOO, aunque fuera presentado como tal, no constituyó ninguna asamblea. Lo que ocurrió aquel día es que unos mil quinientos profesores e interinos de la Comunidad de Madrid fueron invitados, sin saberlo, a una especie de "terapia de grupo", a una reunión de vecinos en que cada uno debía explicar los desperfectos de su casa y sólo el presidente decidía los arreglos. La sana intención que llevaba la mayoría de los profes de alcanzar allí un acuerdo colectivo sobre la respuesta que los docentes iban a dar a las nuevas instrucciones impuestas desde la Consejería de Educación, se diluyó en una "charla informativa de los sindicatos subvencionados", tal y como lo definió la plataforma Soy Pública en un valiente comunicado publicado el 1 de septiembre. (http://soypublica.wordpress.com/2011/09/01/primer-balance-sobre-la-asamblea-del-profesorado-celebrada-en-la-sede-de-ccoo-el-dia-31-de-agosto-2/)

En la mesa del Auditorio Marcelino Camacho, aquel día 31 de agosto, se situaron desde las 11 de la mañana los representantes de las cinco empresas de servicios laborales con más clientes en el sector: CCOO, CSI-F, FETE-UGT, STEM y la muy reaccionaria ANPE, afín al PP. Después de unos emotivos "speeches" de los delegados de esas corporaciones, apelando a la unidad sindical en estos tiempos de cruzada contra los servicios públicos, se abrió un turno de palabra para presentar propuestas y debatir un calendario de movilizaciones que previamente los liberados de CCOO se habían encargado de distribuir entre los asistentes. En dicho calendario se desglosaba una larga serie de actos más o menos originales (encierros, concentraciones, panfleteos, distribución en asambleas de centro y de distrito), mencionando sólo en el último punto una "posible huelga de profesores el primer día de curso: el 14 de septiembre".

Aquel momento de apertura del turno de palabra fue un espejismo de esperanza para quienes creemos firmemente en el método asambleario como forma de organizar la lucha de los trabajadores. Varias personas distribuidas por el auditorio se encargaron de ir apuntando los nombres de los que querían presentar sus argumentos sobre el estrado. Además, desde la primera intervención, el público empezó a utilizar los gestos desarrollados por el 15M para la gestión horizontal de sus asambleas, lo que a este humilde redactor le provocó una estúpida subida de adrenalina. Aunque la mesa estaba constituida por oradores profesionales con contactos en las más altas esferas de la política de este país, y aunque la moderación la asumió sin preguntar a nadie un muy elocuente dirigente de CCOO, yo todavía pensaba que la reunión podía acabar convirtiéndose en una verdadera asamblea.

Los primeros turnos, pactados con algunos ponentes afines al discurso de CCOO y UGT, hablaron en términos generales de la situación precaria a la que se estaba sometiendo a toda la comunidad educativa del sector público. Pero enseguida, a partir del quinto o sexto turno, empezaron a dejarse sentir sobre el púlpito las voces de profes profundamente indignados, de delegados de sindicatos de base y representantes de plataformas independientes que traían propuestas de movilización concretas. Entre ellas una, planteada por primera vez por la delegada del sindicato de Enseñanza e Intervención Social de la CNT de Madrid, y luego defendida con buenos argumentos por otros ponentes, generó un evidente consenso entre el público. Reclamaba una huelga indefinida de martes a jueves hasta la retirada de las famosas instrucciones encasquetadas durante el período vacacional y con alevosía por la consejera de la Comunidad de Madrid. Entre los profes más resueltos, que habían ido allí a empujar por una huelga indefinida, y los más timoratos, que se conformaban en principio con una huelga de un día (y 70 eurillos menos en la nómina), coincidiendo con el inicio del curso, la propuesta de un paro indefinido todas las semanas de martes a jueves, menos gravoso económicamente para los que la secundasen, generaba un evidente entusiasmo compartido.

Junto a esa propuesta, desde los diferentes turnos de palabra se formularon otras cuestiones muy serias, que afectaban a la organización por asambleas de zona, a la composición del futuro comité de huelga (se pidió un 50% de profesores sin filiación sindical en ese comité), al trabajo de difusión de las reivindicaciones y a la extensión de la protesta de los docentes a todo el ámbito educativo. Pasadas unas tres horas, y faltando, según el moderador, unos 30 turnos de palabra todavía, la mayoría de los allí presentes nos dimos cuenta de que los que se habían apoderado desde el principio de la mesa no tenían intención de someter ninguna de aquellas propuestas al consenso de los asistentes, ni recogerlas para una posterior votación, ni siquiera lanzarlas a los allí presentes para sondear el respaldo con que contaban. Los gritos del público reclamando la capacidad de aquella asamblea de trabajadores como órgano de decisión fueron acallados desde la mesa señalándolos como maleducados e interesados en dividir al colectivo. Incluso el moderador llegó a decir que esa asamblea que él allí presidía no podía tomar ninguna decisión porque no representaba a los profesores que se habían quedado en su casa. Supongo que el delegado de CCOO llevaba tantos años metido en su casa viviendo de las subvenciones que le ingresaban sus amigos en el poder que ya se identificaba más con los trabajadores que habían preferido quedarse en casa que con los que se habían acercado a aquel auditorio creyendo en la soberanía de una asamblea general de trabajadores.

En el fondo, la estrategia de los profesionales que se sentaron en la mesa en la reunión informativa del día 31 de agosto era la de dilatar aquella charla hasta la hora en que supuestamente debíamos abandonar el recinto (las 3 de la tarde). No sé si fue por maldad o ignorancia de la historia de la lucha obrera, pero estaba claro que no querían que los profes decidiesen por sí mismos.

Y me parece muy importante denunciar aquí la táctica dilatoria puesta en práctica por los sindicatos de concertación en aquella reunión porque a mi modo de ver reproduce, a pequeña escala, la estrategia con la que esos sindicatos del poder van a querer tutelar a los profes de Madrid durante todo el proceso de movilización y huelga que se nos viene encima. Como dijo en su intervención el liberado sindical de CCOO Agustín Moreno, hábilmente seleccionado para cerrar el turno de palabra el otro día: "Hay que estar preparados para una lucha larga, para una movilización sostenida en el tiempo (...) Tenemos que tener inteligencia para situar el conflicto contra los recortes en la educación pública madrileña en el debate de la campaña electoral del 20 de noviembre (...) una huelga indefinida con bajo porcentaje de seguimiento quema[ría] en pocos días el movimiento y el proceso de lucha y [sería] poco eficaz."

Sin embargo, y a pesar de que los sindicatos amarillos desplegaron toda su maquinaria para imponer aquel modelo de huelga de un día entre los trabajadores, seis días después de aquella reunión la liebre empezó a saltar en los claustros que consiguieron ir reuniéndose en los institutos. Según se dio a conocer anteayer en la asamblea de Soy Pública, el primer sondeo realizado entre los profes sobre una muestra considerable de asambleas de centros de la Comunidad de Madrid arrojaba una realidad que a CCOO y UGT les pone en aprieto: los profes prefieren una huelga indefinida hasta la retirada de las instrucciones que una huelga-paripé de un día y una campaña continuada de movilizaciones hasta el día de las elecciones.

Por muy poca cultura de movilización social que tenga, es lógico que el gremio de docentes madrileños prefiera una respuesta contundente e inmediata. Su objetivo prioritario es que los gobernantes den su brazo a torcer y readmitan a sus 3.200 compañeros despedidos. Poco les importan las elecciones del treintaitantos aniversario de la muerte de Franco. Igual les da que su lucha se sitúe en el debate de la campaña electoral, para que gane Rubalcaba en vez de su socio Mariano Rajoy. Los profes quieren volver a compartir pasillos y departamentos con los interinos despedidos, y saben que si no lo consiguen en los primeros días del curso, ya no lo van a conseguir nunca.

Ese fue, a mi modo de ver, el principal logro de la asamblea de profesores celebrada anteayer en la Puerta de Toledo. Ése y que muchos de los docentes allí reunidos (unos doscientos en total) conocieron cómo se desarrolla una verdadera asamblea en la que la opinión de todos cuenta a la hora de tomar decisiones. Aunque no hubo tiempo para llegar a un acuerdo sobre el modelo de huelga a seguir, tengo la sospecha de que muchos profes se fueron a casa con los deberes hechos, sabiendo que en una auténtica asamblea todo se decide colectivamente, desde la composición de la mesa hasta el orden del día que se va a tratar.

Aparte de eso, las intervenciones que escuchamos en aquella asamblea en torno a la estructura que estaba tomando el movimiento en asambleas de centro y zona, hacen suponer que muchos profes sin filiación sindical van a comprometerse seriamente, durante todo el proceso de movilizaciones, para que los acuerdos tomados por cada una de las asambleas de sus centros de trabajo (el primer y máximo órgano de decisión) se transmitan de forma transparente a las diferentes asambleas de distrito, y luego a la asamblea provincial. En ese sentido, cabe destacar la herramienta desarrollada al alimón por un profe de informática y un cerebrito alumno suyo para volcar las informaciones emanadas de las distintas asambleas en un foro compartido: www.docentesconeducacion.es. Si ustedes le echan un vistazo a la web y la ponen al lado de los arcaicos cuestionarios que CCOO y UGT estuvieron mandando a los trabajadores de la enseñanza madrileña para uso y disfrute de sus cachazudos delegados, se darán cuenta de lo que está pasando en el escenario de las reivindicaciones laborales de este país, y tal vez del mundo.

En estos momentos, una herramienta informática verdaderamente horizontal y bien desarrollada puede conseguir que un colectivo de trabajadores se organice efectivamente y luche. Si los docentes madrileños son capaces de utilizar de una manera consciente esas nuevas tecnologías que algunas personas conscientes están poniendo en sus manos, es posible que su lucha se encamine más hacia la radiante frescura organizativa de la Acampada Sol que hacia la pachorra premeditada de los sindicatos de concertación, esos que desde hace veinte años vienen traicionando a los trabajadores de este país con su política de pactos con quienes ostentan el poder.

Y es que sí, señores. Los profes madrileños se han situado ahora en el punto de mira de eso que llaman la Revolución Global. En verdad, el momento que se está viviendo en España podría ser muy importante. Igual que ocurrió con la central sindical tunecina UGTT a los pocos días del mes de enero de 2011, las cúpulas de los sindicatos CCOO y UGT, bien asesoradas por quienes los financian y sostienen, están intentando recuperar de repente el monopolio de la movilización social que el 15M les arrebató por arte de magia y que por primera vez en muchos años ponía en riesgo la estabilidad del sistema. Ayer, por ejemplo, CCOO y UGT, después de no sé cuántos meses sin dar señales de vida, movieron toda su maquinaria de correos electrónicos y llamaditas a los centros de trabajo de Madrid para que sus simpatizantes acudiesen a una manifestación contra la reforma constitucional, a las 7, entre Cibeles y nuestro maravilloso Sol. Sus dirigentes saben perfectamente que el 15M, agostado después de un mes de ajetreos y carreras delante de los antidisturbios, flojeó un poco en sus manifestaciones frente al Congreso de los días 30 y 31 de agosto, y 1 y 2 de septiembre. La huelga de profesores en Madrid es el tubo de ensayo en el que esos sindicalistas a sueldo prentenden encontrar el elixir que les devuelva las fuerzas. Se piensan que si el experimento les sale bien y recuperan su protagonismo, podrán canalizar la “Spanishrevolution” hacia lo que a ellos sólo les interesa: que la derechona no llegue al poder, que se mantengan sus privilegios dentro del régimen establecido. En vez de extinguirse avergonzados tras el estallido de Sol, ahora los sindicatos amarillos quieren aprovechar la coyuntura para reinstaurar su modelo dinosaurio de manifestaciones de repulsa y pataleta el día después de cada nueva reforma, de cada mazazo a la clase trabajadora de nuestro país. Quieren que sus militantes de base vuelvan a salir a la calle a enseñar sus chaquetas de pana y sus banderitas, mientras ellos continúan alimentándose de lo que para sí caza la alimaña, agazapada en los escaños del Parlamento, en las oficinas centrales de los bancos, en los comités de las grandes empresas.

Pues que lo hagan. Así lo ha entendido la Asamblea Popular del Barrio de las Letras, que se sumó a la manifestación de CCOO y UGT ayer bajo el socarrón lema de "Sindicatos, gracias por venir" (http://letras.tomalosbarrios.net/2011/09/05/manifestacion-contra-la-reforma-de-la-constitucion-martes-6-de-septiembre-a-las-19h/). Bien sabe la gente de las Letras, como la de los demás barrios de Madrid en lucha, que el movimiento 15-M va a ir por un camino bien diferente al hasta ahora mostrado: en los próximos meses idearemos acciones más inteligentes y más combativas que las de las procesiones con batucada hasta el Congreso de los Diputados. La PAH, por ejemplo, ya ha anunciado su nueva estrategia frente a los desahucios, que se llama, con todas sus letras, “okupación” (http://afectadosporlahipoteca.wordpress.com/). El Grupo de Vivienda de la Asamblea Popular de Lavapiés acaba de hacer público un comunicado en que exige un alquiler social universal y la reducción de los alquileres de los pisos de su barrio en un 25%, amenazando con una huelga general de inquilinos si no lo consigue. Las acciones de desobediencia civil irán surgiendo como setas desde los grupos de trabajo de Sol, para desconcierto de las autoridades. Las asambleas de los diferentes barrios caminarán hacia la instauración de redes de apoyo basadas en la autogestión y la solidaridad, donde a los sindicalistas a sueldo, como a los politicuchos, se les verán las orejas en cuanto asomen.

Finalmente, y al margen de los vaticinios sobre la protesta social que se verá este otoño en España, creo que los profesores asambleados hace dos días en la Puerta de Toledo de Madrid, han aprendido una última cosa importante: que su unidad al margen de los sindicatos les hace muy muy peligrosos. No en vano, cuando iban a decidir si secundaban la huelga del día 14, la Policía Nacional intervino para desalojarlos, con la excusa de que se había pasado la hora de fin del evento legalizado allí por la plataforma Soy Pública. No los dejaron en paz a los profes ni siquiera cuando bajaron pacíficamente hasta la plaza del Campillo a intentar continuar con su asamblea. Este redactor observó en esa plaza una escena que le traía buenos y malos recuerdos. A los cinco minutos de estar sentados en nuestra nueva ubicación, rondando las 10 de la noche, un policía de paisano, con barba de muchos días y mochila marrón vacía de libros, se plantó de pie en el margen izquierdo de la asamblea, según se miraba al moderador. Las ojeadas sañudas que repartía a diestro y siniestro, evitando cruzar la mirada con nadie, tenían el sello de garantía de la Academia de Policía de Ávila. Muchos de los allí presentes quizá no se dieran cuenta, pero el bien adiestrado funcionario estaba buscando profesores con cara de terroristas, docentes subversivos que por su aspecto o vestimenta anduvieran planeando acabar con el sistema (el educativo y el otro). Mientras él se infiltraba pensando en la ETA, Al-Qaida, y unas Panteras Negras pintadas con tiza, yo me acordaba del 17 de mayo de 2011 en la puerta del Sol, la madrugada del desalojo, cuando ese mismo policía, o uno igual que él, venía a husmearme la cocorota cada cinco minutos. Me dio, como decía, mucho gusto y congoja.

Porque el hecho de que los profes de Madrid se sentasen juntos en medio de una plaza pública, igual que la gente que durmió en Sol después de la mani del 15-M, en realidad sí es un acto muy peligroso, que ni los propios policías comprenden. Al final, una docena de ellos, estúpidamente transportados hasta allí en tres nuevísimas lecheras (para las armas de la Policía no hay recortes) se encargaron de disolver la primera asamblea general verdadera de los profes madrileños, aplazada hasta el próximo viernes por la tarde en el Palacio de Cristal del Retiro.

Y unas pocas horas después de que la Policía Nacional hiciera el trabajo sucio, ayer al mediodía, los cinco empresas de consultoría laboral mayoritarias en el sector de la enseñanza secundaria madrileña, CCOO, CSI-F, FETE-UGT, STEM y ANPE, anunciaron a bombo y platillo, y por su cuenta y riesgo, un paro general de profesores de secundaria el próximo 14 de septiembre en Madrid, el día de comienzo de las clases en los institutos. Además, han organizado, para hoy a las 6 de la tarde, una concentración frente a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Y mañana día 8 por la tarde, una reunión de "puesta en común" entre los representantes de las diferentes zonas educativas de Madrid.

Esperemos de todo corazón que los profes de Madrid sepan convertir esa cita de mañana en una verdadera reunión de delegados elegidos limpiamente por las asambleas de distrito. Por si acaso, y para protegerse de una posible traición, el sindicato CGT ha solicitado ya formalmente la legalización de la huelga de profesores en todos los días posteriores a ese 14. Por lo mismo, el sindicato CNT ha vuelto a reiterar su compromiso de asistencia jurídica a todos los profes que decidan continuar la huelga más allá del 14 de septiembre.

Pero en realidad da igual lo que digan la CNT o su enemiga hija la CGT: todo dependerá de lo que quieran hacer con sus vidas los profes.

martes, 6 de septiembre de 2011

Reapropiado

La PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), el colectivo que ha estado movilizando los intentos de paralización de desahucios en España desde antes y después del 15M, reacciona frente al acoso policial y judicial, y lanza una nueva campaña, por la "reapropiación ciudadana de aquellas viviendas vacías en manos de entidades financieras fruto de ejecuciones hipotecarias." Es el único camino. ¡Vamos!

http://afectadosporlahipoteca.wordpress.com/2011/09/04/obra-social-la-pah-nueva-campana/

Angelito


Carta del nuncio de su santidad, monseñor Fratini, preocupándose por la "lamentable situación" del señor D. Pedro Varela Geiss, que "sufre cautiverio" en la prisión de Brians, y prometiendo la mediación del Papa en el asunto durante su visita a Madrid. Pedro Varela Geiss es el expresidente del mayor grupo nazi de Europa (CEDADE) y el dueño de la librería Europa de Barcelona.

viernes, 2 de septiembre de 2011

La erupción

Lo que es un volcán que no para de hacer obras maestras es el cine rumano. Pensábamos que el modelo de ficción-documental que tanto nos había gustado últimamente (Porumboiu, Cristi Puiu, etc.), habría eclipsado la producción de documentales-documentales en ese país recientemente. Y resulta que no, que se han seguido haciendo documentales chulísimos en paralelo a ese modelo de éxito en los festivales europeos.

Después de aquel maravilloso Capitalismo. Nuestra receta secreta, de Alexandru Salomon, La maldición del erizo, de Dumitru Budrala, o Mi voto, de Andrei Gorgan, vimos hace unos meses este Podul de flori, un documental doméstico y sentimental, pero con un fuerte contenido político también.

Cuenta la historia de cómo sobrevive una familia compuesta por un padre y tres hijos en un pueblo de Rumanía. Viven muy lejos de la ciudad, y sobre todo de la madre, que hace ya un tiempo que se ha marchado a trabajar a Italia. Con ese sentido del humor gris tan típico del cine rumano, se consigue que uno acabe metido, como con sensación de vergüenza, en la vida de esta curiosa familia, patriarcal por narices, que resiste en sus sueños de progresar frente a la desidia de quienes dirigen, desde los pedestales, sus vidas.

Ayer, viendo Home, una producción francesa de una directora suiza llamada Ursula Meier, se nos venía al recuerdo este documental rumano que tanto nos había gustado en su momento. No estaba mal Home. Contaba la historia de una familia feliz a la que de pronto le plantan una autopista junto a la casa. En realidad se parecía bastante al Puente de flores rumano, pero cambiando el símbolo de la autopista por la realidad de una madre huida de casa para labrarle el futuro a los hijos. Nos dábamos cuenta de que, donde hubiera un documental honesto, que se quitaran aquellas pelis francesas al estilillo Raúl Ruiz que tanto nos gustaban antaño. Ahora ya nos parecen como esas chicas que están todo el rato haciéndose las misteriosas. Nos aburren un poco.

Y lo curioso es que, mientras el milagro del cine rumano reciente se ha hecho con pasta enviada desde las instituciones culturales francesas (que continúan con la obsesión delirante de convertir Rumanía en parte de la francofonía), Home es una peli francesa, con actores y realizadores franceses, pero rodada en un escenario en Bulgaria. Supongo que Bulgaria fue el lugar del mundo más cercano y más barato donde la directora suiza consiguió localizar una casa grande al lado de una autopista llena de coches. Habría que preguntarle por qué no buscó un poco más, hasta encontrar una casa junto a una autopista, pero con familia de verdad dentro. Se habría ahorrado hasta los actores.


Podul de flori (El puente de flores).
Thomas Ciulei. Rumanía / Alemania. 2008

jueves, 1 de septiembre de 2011

A la calle

El periodista Jamal Elshayyal, que trabaja servilmente para Al-Jazeera, que trabaja servilmente para la monarquía corrupta de Qatar, desvela los recientes contactos de Gaddafi con altos cargos políticos y empresariales de EEUU. El periodista Diego Marín, que trabaja servilmente para Telesur, que trabaja servilmente para el gobierno corrupto de Venezuela, desvela los contactos de los rebeldes libios con las petroleras francesas. Que les den por el culo a los dos. Me voy a la calle a gritar.

http://english.aljazeera.net/indepth/features/2011/08/2011831151258728747.html

http://www.avn.info.ve/node/75219

Boda freak (be one of us)


Freaks. Tod Browning. EEUU. 1932