lunes, 4 de octubre de 2010

Secuestro


Lo que vas a ver a continuación es el principio de un secuestro. Ocurrió el sábado pasado en la Glorieta de Embajadores, en Madrid. Dos sujetos armados asaltan a plena luz del día, y con testigos, a una persona que cometió el error de pasar por allí, quizás volviendo de desayunar, o yendo a comprar el pan, o a buscar trabajo. Como verás, lo que les llama la atención a los secuestradores de su víctima no es su rica forma de vestir, ni su aspecto opulento, sino el color de su piel.

Cada día, decenas de estos secuestros ocurren en las ciudades de España, con consecuencias desastrosas para quienes los sufren y total impunidad para sus ejecutores. Detener a alguien por la calle por ser negro o por tener aspecto de extranjero, además de ser un acto racista e inmoral, es absolutamente ilegal. Por eso el Ministro del Interior ha negado repetidamente que en este país existan redadas indiscriminadas contra población migrante, controles racistas o cupos de simpapeles que rellenar en las comisarías. Ya va siendo hora de denunciar que miente.