miércoles, 14 de abril de 2010

C@sas Viejas

Pues sí, Niña Roja, sí es apropiado,

Para recordar que hubo otras víctimas de las que hoy no se acuerdan ni los falangistas ni el puto juez Garzón.

Ya sé que lo que pasó en Casas Viejas suelen utilizarlo los fascistas para ridiculizar al gobierno de Azaña y justificar el golpe de estado. Pero ayer sentí bastante asco al ver toda esa exaltación del aniversario de la República, monopolizado por los de siempre, y la reivindicación que se hacía de un juez que se ha dedicado a ilegalizar, reprimir y servir a los intereses de las corporaciones.

Y me impresiona darme cuenta de que este país se parece tanto al del año 33: hay un gobierno que se dice progresista pero que sigue enriqueciendo a los que más tienen y reprimiendo a los que de verdad luchan por un mundo mejor, y del otro lado, una derecha casposa que espera su oportunidad para saltar al poder y clavarle las uñas a los desobedientes.

Este barullo no terminará en nada. Llegará el rey campechano, les invitará a todos a una cena cabal en la Zarzuela, y ellos acabarán dándose palmaditas democráticas para desatascar los eructos. Mientras, en la puerta, Seisdedos y sus compañeros, esperarán a que acabe el convite para rebañar lo que tiren en el contenedor de basura y, si se les cruzan los cables, asaltar el Palacio con un buen par de guadañas.

Un beso,


Favo



Basilio Martín Patino.
El grito del Sur. Casas Viejas (1996)