viernes, 26 de febrero de 2010
Street palíndromo
Ya decía yo que la tilde era rara. Que no era normal que un mensaje de ese tono cumpliese la regla de la RAE por la que las mayúsculas deben acentuarse, y encima también la de que los pronombres enclíticos cuentan como parte de la palabra a efectos de acentuación.
Bueno, mentira. Eso sólo lo pensé creo que una vez de las doscientas que pasé por delante del grafiti. En el resto fui urdiendo una oscura trama por la que una banda de tigres dominicanos se dedicaba a extorsionar a viejas del barrio con las excusa de follárselas. Y que en esa casa vivía una de esas viejecitas, un poco sobrealimentada ella, y que aquél era un mensaje del tigre capo al tigre benjamín, que todavía andaba con remilgos... Qué se yo.
Hasta que el otro día, ya cuando el mensaje muerdecolas estaba por borrarse, me di cuenta. Ay, si mi admirado Monterroso levantase la cabeza...