miércoles, 21 de octubre de 2009

teatro


Vaya por dios, puñetero congreso.
La verdad, me suena mejor lo que propones de la Sala Tis o Tris, que no sé dónde está, por cierto. Aunque corremos el riesgo de comernos un mierdón de campeonato, ¿no?
La verdad, y que no te suene pedante, pero últimamente se me están quitando las ganas de ir al teatro. Los espectáculos más "comerciales", tipo el Español, el María Guerrero, o el CDN (mira que no te hablo de musicales ni nada por el estilo, ¿eh?), no me interesan mucho. Además, no estoy dispuesto a pagar 20 eurazos por ver un clásico tipo La casa de Bernarda Alba, o, más delito, una obra nueva con todo el márketing de las instituciones. Mira, esta semana tenían en el Circulo de Bellas Artes una que sonaba bien, Sótano, pero es que costaba veintipico euros la entrada. Así que ya puede ir la puta madre del consejero de cultura a verla.
En definitiva, que a mí personalmente me interesa más lo que hacen en otros sitios como Cuarta Pared (están poniendo todavía una que se llama Siempre fiesta, que me encantó, ¿eh?, pero joder, llevan cuatro meses con ella, supongo que por falta de presupuesto). En Triángulo vi una buena, aquella de Mejorcita de lo mío que me recomendaste tú, y luego otra parecida, bastante chula. Después he seguido yendo otras cuatro o cinco veces por lo menos, porque está ahí al lado de casa, y no he visto más que caca (y una obra de teatro caca de aficionados que se creen guays ((y no te dés por aludida, ¿eh?)) es lo peor que hay en el mundo, mucho más que una peli caca o un concierto caca, no me digas que no).
Así que ya no me apetece ir a la Sala Triángulo a no ser que sea algo que me recomiende alguien muy recomendable. Lo mismo me pasa con el Pradillo y el Lagrada, que he ido una vez a cada uno y me han regalado un bodrio cursi como para no volver en la vida. El Alfil es más para reírte un rato mientras sales de cañas, pero yo la verdad es que no disfruto mucho con ese tipo de teatro: los de Yllana son tan así que la última ya la estrenaron, te lo juro, en un centro comercial, y la Utopía de Leo Bassi me pareció una payasada nunca mejor dicho, muy poco currada y, a su manera, también muy comercial.
En la Casa Encendida a veces hacen cosas chulas, tipo performance, y además es baratísimo, pero también se pasan de snobistas y de paletos, que son dos cosas que se pueden ser perfectamente a la vez, ¿no crees?. Lo mismo supongo que pasa en esas salas como la Artespacio Plotspot o como se diga: una vez estuve en la puerta, está por ahí en una paralela de la Gran Vía, y no nos atrevimos a entrar, porque parecía una secta eso...
O sea, que las salas pequeñas, a las que puedes ir por un precio razonable (hasta 12 euros a mí me parece normal, y con lo de la Taquilla Último Minuto se pueden conseguir muchas entradas por ese dinero y por menos) son una lotería en la que no arriesgas muchas pelas, pero sí la paciencia y el buen humor de una noche agradable de fin de semana.
Y las salas grandes, tendrán actores estupendos, luces bonitas y textos famosos, pero ahí los que no arriesgan nada me parece que son los programadores, y el teatro yo entiendo que tiene que ser algo más trasgresor, más valiente.
Ya me dirás tú cómo lo ves, artista.

Un besete,


Fávila