miércoles, 27 de abril de 2011

Change your words, change your world

Ayer estaba leyendo con mucho gusto este artículo de Diagonal sobre la "psicología positiva", esa corriente que viene de Estados Unidos y que desde hace tiempo impregna las políticas públicas en materia laboral implementadas en la Unión Europea, con la idea alevosa de conseguir que, mediante "la psico-gestión de la crisis económica (...) millones de parados acepten despidos y subempleos con la imposición del pensamiento positivo como ideología dominante."

http://www.diagonalperiodico.net/Pon-una-gran-sonrisa-cuando-te.html

Hoy veía cómo se difundía con bastante éxito en el Facebook este vídeo promocional de una empresa de servicios de Internet, llamada Purple Feather, en el que se presenta a un mendigo ciego, muy digno y bien vestido él, pidiendo limosna en las escaleras de una lluviosa calle de Europa. Pasa la gente y nadie le echa un céntimo en el cepillo, hasta que llega una chica, todo subversiva ella, y decide cambiar con su puño y con su letra las palabras que el pobre tiene escritas en un cartoncito. En vez de "Soy ciego, por favor ayuda", lo que la chica le escribe es "Hace un bonito día, y yo no puedo verlo". La revolución hace su efecto y la calderilla le empieza a llover al mendigo, que sintomáticamente acaricia los zapatos verdes de esa chica positiva, creativa, su mecenas en el mundo de los que saben ver.

El eslogan de la empresa es "cambia tus palabras, cambia tu mundo", pero a mí enseguida me da la impresión de que el mensaje que encierra es mucho más sutil y muy perverso, y se parece exactamente a lo contrario de lo que proclama. Es decir: 'decid y escribid muchas gilipolleces, chavales, veréis cómo así hacemos que no cambie nada en vuestra sociedad'.

En definitiva, me daba la impresión esta mañana de que un anuncio como este podía servir de ejemplo para ilustrar ese pensamiento positivo hipócrita que, tras la apariencia de espíritu de superación democrático, en realidad nos conduce, como sociedad y como individuos, a la inacción y a la desidia: nada se puede hacer contra las causas y los causantes de que un hombre esté mendigando en la puta calle, pero en todo caso hay que tener una actitud positiva, proactiva como dicen los de recursos humanos en las empresas, y cumplir así de paso con la segunda de las obras corporales de misericordia ("dar de comer al hambriento") y con la primera de las morales ("enseñar al que no sabe")
que recomienda el Catecismo cristiano.


Leyendo aquel artículo, y viendo este anuncio, me acordé de que esa actitud mojigata, perfectamente dirigida y sancionada desde el poder, era una de las cuestiones fundamentales que me mantuvieron en un permanente estado de mala leche vital y de reacción los cuatro años que viví en Estados Unidos. Y ahora, cuando descubro poco a poco cómo esa ideología de "lo positivo", ese talante "fake" americano, está mucho más enquistado en la mentalidad de la gente de mi país de lo que me imaginé al volver, el mismo estado de cabreo perpetuo se me ha vuelto a instalar en el cuerpo, prometiéndome a buen seguro acabar con mis huesos otra vez en el destierro voluntario, si no en algún sitio mucho peor.

Y es que ya no es sólo el colega o el familiar pavisoso al que le acaban de echar de malas maneras del curro el que te cuenta que "mejor así, que así puedo buscarme otra cosa, o estudiar inglés, o hacer un máster", en vez de reclamar y defender lo que es suyo. Ya no es sólo la amiga del barrio que vive con su pareja en un sucucho insalubre de 15 metros cuadrados, tiene treinta y tantos años, dos másteres, cuatro idiomas y trabaja ocho horas en una universidad sin contrato a cambio de 600 euros al mes, la que te encuentras en la calle y te contesta a tu inquisidor "¿Qué tal estás?" con un jovial y naturalísimo "Muy bien, mejor que nunca". No sólo son ellos. Observo con rabia que incluso la gente más consciente, los chicos que están metidos hasta las cejas en los movimientos sociales y que verdaderamente están sacrificándose y dedicando sus vidas a que las cosas cambien, a veces se muestran invadidos por ese mismo "pensamiento positivo". Les encantan las "ruedas de emociones" después de una "acción" reivindicativa, les gustan los "performances" y la "interlocución crítica" con la policía. Se asustan cuando les dices que yo no puedo vivir más en la ciudad que es mía, porque todos los días hay redadas racistas en la puerta de mi casa, porque los abusos en materia laboral y la pasividad de la gente nos están llevando a condiciones de esclavitud física y psicológica propias de hace muchas décadas, y que es absolutamente imprescindible combatir esos abusos radicalizando nuestros gestos colectivos, dejando los performances y los folletos un rato y empezando a gritar en la calle para llamar abiertamente a la gente a la revolución (que me diga, movilización).

Al final, ellos también acaban acusándote de negativismo, de haberte dejado invadir por el individualismo capitalista y el mal rollo, sin darse cuenta de que salir a la calle a gritar, enfrentarse abiertamente con la policía cuando está infringiendo sus propias leyes y cometiendo crímentes en plena calle, o apelar sin tapujos a la desobediencia civil pacífica como único instrumento para dar la vuelta a lo que nos está pasando, en realidad son los gestos más optimistas y más positivos que caben en este momento.

Porque quien cree en la revolución social, y está convencido de que la tenemos ahí al alcance de la mano, en el fondo es una mujer o un hombre de acción. O sea una bomba de energía positiva, un mazo de optimismo por detonar.

martes, 12 de abril de 2011

Más actualidad

En un lejanísimo y extrañísimo país en lo más profundo de la indómita África, la gente está saliendo a la calle para derrocar a su rey, que heredó el trono en el año 1986 de la mano del sátrapa anterior.

http://english.aljazeera.net/news/africa/2011/04/2011412104937925784.html

El país se llama Swatzilandia, y el puto rey Mswati III, quien, con una fortuna personal estimada en 200 millones de dólares, está en el puesto número 15 de los monarcas más ricos del mundo según la revista Forbes. Vaya unas pintas que lleva el fulano. No sé cómo no le da vergüenza.


Y además, seguro que esas listas están todas llenas de tiranos y criminales. Me dirás tú.

Huy, ¡vaya sorpresa que me he llevado! Pero si nuestro querido "King Juan Carlos I of Spain" está en el puesto número 7. Con lo campechano que es. ¿O a lo mejor no?

http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_heads_of_state_and_government_by_net_worth

Actualidad

Despliegue policial hoy a primera hora frente a una Oficina de Empleo en el centro de Madrid. ¿Por qué sería?


No creo que fuera por esto que vi poco tiempo después:


Ni por esto que vi 100 pasos más allá:

¿O a lo mejor sí?

domingo, 10 de abril de 2011

Islandia

Los islandeses rechazaron ayer en referéndum el plan de refinanciación de la deuda pública de su país, a pesar de los mensajes apocalípticos de sus gobernantes, que aseguraban que, o era eso, o si no el caos. Los islandeses votan en referéndum este tipo de cosas porque se lo han currado durante meses en las calles, manifestándose pacíficamente, sí, y también tirándoles, día tras otro, tomates, huevos y las llaves de los pisos de donde habían sido desahuciados a los políticos que les llevaron a la ruina. Si lo que te gustaría es vivir en una democracia un poco más real como la islandesa, vas a tener que salir a la calle, y arriesgarte a multas, penas de cárcel, palizas, y tal vez cosas peores, porque en tu país la policía y los jueces a sueldo de tus gobernantes y sus empresas asociadas no van a permitir, bajo ningún concepto, actos de desobediencia civil como los que tumbaron a varios gobiernos en Islandia. Si no estás dispuesto a arriesgarte, entonces creo que es mejor que dejes de hablar de Islandia y su "revolución pacífica". Porque si lo sigues haciendo, y animas a tu gente a reproducir el modelo de revuelta islandés, me parece que te estás comportando como un inconsciente.

http://english.aljazeera.net/news/europe/2011/04/20114105711706711.html

sábado, 9 de abril de 2011

Los ciudadanos, los gritos


Y el grupo de Facebook ¡Democracia real ya! supera las 20.000 personas dispuestas a tomar la calle el próximo 15 de mayo. Aunque su Manifiesto empieza rematadamente mal ("Somos personas normales y corrientes") nos toca comernos nuestras ideologías y salir con ellos. Cuando nuestras calles y nuestras plazas se parezcan un poco a la Qasba de Túnez y a la Plaza de Tahrir, la gente esté hablando por fin de política y no de partidos, y descubriendo que por hacer eso en su país también le pueden multar, encarcelar y matar, a los que estuvimos siguiéndoles la corriente, nos van a escuchar gritar.

http://democraciarealya.es/?page_id=88

viernes, 8 de abril de 2011

Revolución aquí


Kambiz Roostaei, un iraní de 36 años, se prendió fuego y murió ayer en una plaza de Ámsterdam. El gobierno holandés le había denegado la condición de refugiado político y le iba a deportar a su país. La revolución va a empezar aquí, en medio de Europa, pero tú, todavía no te lo...

¿O a lo mejor sí?

La turba, la insurrección y los nombres

"Los alborotadores", "los miembros de grupos ultra", "la marabunta", "la turba de incontrolados" que ayer "obligó" a actuar a los antidisturbios en pleno centro de Madrid, resulta que está compuesta por gente con nombres y apellidos. Se llaman Ana Suárez, Emily Sherwood, Alba, Ernest Faville, Domingo Allende, Lucía, Carlos, Raha, Christian Rodríguez, etc. Entre todos, juntan bastantes más diplomaturas, licenciaturas, títulos de máster y doctorados que todos los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que viven en Madrid y que les persiguieron anoche por el Paseo del Prado hasta detener a 13 de ellos y abrirle la cabeza a porrazos a uno. Además de no tener un trabajo estable y ganar bastante menos al mes que cualquier cadete de policía, estos jóvenes radicales, pertenecientes a "grupos anarquistas y comunistas", tienen la mala costumbre de leer e informarse, y necesitan urgentemente escribir acerca de lo que está pasando en su ciudad, en su barrio.

Ayer unos 5.000 jóvenes se manifestaron en Madrid, bajo el lema "Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo", acudiendo a la llamada de un grupo de Facebook que se autodenominó Juventud sin futuro. Los que llevan más tiempo organizando concentraciones en las calles de la ciudad dicen que lo de ayer fue nuevo. La energía consciente y la rabia que transmitía el grupo no se había sentido desde hacía mucho tiempo. Al terminar la marcha, en la plaza del Museo Reina Sofía, parece que muchos de ellos estaban pensando en la doble acampada de la Qasba de Túnez, o recordando las sentadas multitudinarias en la plaza de Tahrir en El Cairo, en la de la antigua Perla en Bahréin, en la de Azadi en Teherán, en la de la Universidad en Sanaa. Los gritos de "¡Vuestra crisis no la pagamos!" y "¿Qué pasa, qué pasa? Que no tenemos casa?" empezaron a mezclarse con otros más contundentes y más sencillos: "¡De aquí no nos vamos!", "¡que se vayan ellos!" A medida que ese grito se iba haciendo más unánime, la cantidad de los policías iba medrando. Sus conversaciones por los walkies tenían un efecto inmediato sobre el número de lecheras que cerraban los accesos a la plaza y presionaban inconscientemente a los manifestantes hacia el centro. Los que tienen más experiencia en este tipo de concentraciones, saben que el final que les aguarda es siempre el mismo. Después de que mucha gente se haya rendido a la intimidación policial y se haya ido alejando por las calles aledañas hacia sus casas, los que quedan, los que resisten pacíficamente, son siempre disueltos a palos por los antidisturbios. No importa en absoluto que la resistencia sea simbólica y no violenta. La agresión policial va a llegar a una determinada hora. Están entrenados para hacer eso.

Pero ayer ocurrió una sorpresa. Un grupo bastante numeroso de los jóvenes que se mantenían en la Plaza decidió salir conjuntamente. Una vez llegados a la Glorieta de Carlos V, se vieron con fuerzas para ocuparla, detener el tráfico y visibilizar así un poco más su protesta. En el momento de enfrentarse al cordón policial y ocupar la carretera, los "insurrectos" llevaban todos los brazos en alto y gritaban "¡Estas son nuestras armas!" Es absolutamente falso que alguno de ellos lanzase botellas o piedras contra la policía. Con el objetivo de detener el tráfico rodado, y de obstaculizar, por supuesto, a las furgonetas de la Policía Nacional que los perseguían, es verdad que algunos decidieron cruzar vallas en medio de la carretera, otros mover de sitio las balizas y los contenedores de plástico, y otros hacer cadenas con sus propios brazos. Consiguieron marchar en grupo, por la carretera, hasta la plaza de Cibeles, y cortar el tránsito durante media hora en la vía principal de la ciudad en la que malviven.

En una sociedad donde se reprime con violencia cualquier manifestación política que cuestione en su raíz un sistema por el que la masa de población depauperada aumenta de día en día, mientras el sector de la gente más rica acumula cada vez más dinero; en una sociedad donde se criminaliza judicialmente la huelga, el instrumento más efectivo que durante décadas han tenido los trabajadores y los estudiantes para reclamar un reparto más justo de los bienes; en una sociedad donde los medios de comunicación masivos jalean y autorizan la saña policial ejercida sobre los sectores más débiles económicamente (los trabajadores precarios, los parados, los estudiantes y los migrantes) el único camino que queda para mostrar públicamente nuestra denuncia es la desobediencia civil pacífica.

Y si eso no sirve y continúa la represión, entonces será la revolución, o la guerra.

http://www.abc.es/20110408/local-madrid/abci-ninis-201104080002.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/04/08/madrid/1302253364.html

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Jovenes/sobradamente/indignados/elpepuespmad/20110408elpmad_1/Tes

http://www.publico.es/370253/trece-detenidos-por-disturbios-en-la-marcha-contra-la-juventud-precaria

jueves, 7 de abril de 2011

Por si las músicas

Decía Augusto Monterroso que sólo había tres temas en esta vida: el amor, la muerte y las moscas.

La mosca invade todas las literaturas y, claro, donde uno pone el ojo encuentra la mosca.

Pues eso. Que digo yo que esta última parte de la Raga Kirwani, en un disco del flautista de Hamelin indio Hariprasad Chaurasia, nos recordaba mucho al tema Longa Shahnaz de la tradición árabe, que en su día nos enseñaron Pascal Lefevre y Germán Díaz con su versión a la zanfona. Un día habrá que preguntarle a un especialista si de verdad tienen algo que ver.

viernes, 1 de abril de 2011

Recomendaciones del Beny para usuarios de Facebook y blogueros indiscretos



BENY MORÉ. Trátame como soy (2'55") / Así es la humanidad (3'05")