En este país en el que vives, al que se pone en la piel del otro se le llama radical y se le persigue. Al que contempla una injusticia y pasa de largo, se le dice normal y se le premia. Ese desorden tiene que caer por su propio peso. Se va a acabar.
http://www.nodo50.org/Testimonios-sobre-redadas-y.html
Detención racista en la glorieta de Embajadores de Madrid el 2 de octubre de 2010