jueves, 7 de mayo de 2009
¡Menores en peligro de ejecución inminente!
Pues sí, Martx,
Creo que tienes razón en casi todo lo que dices.
A mí lo que me pasa es que estoy cansado de esa gente que dice preocuparse por los derechos humanos en Irán, en Somalia y en Korea del Norte, porque lo que he observado es que esas personas, en el fondo, lo que necesitan es reafirmarse y reafirmar a los demás en el mismo pensamiento único que nos transmiten desde la mayoría de los telediarios, los periódicos y las falsas redes sociales. Tragarse y ayudar a que los demás se traguen cosas como nuestro "estado de derecho", nuestra "calidad de vida", nuestras "libertades individuales". Obviar nuestras miserias señalando las de los demás, vamos.
O sea que al preocuparse por los derechos humanos en Irán lo que a mí me parece que hacen es olvidarse y ayudar a que no se piense en que aquí mismo se secuestran periódicos, se prohíben partidos políticos, se degrada y extorsiona al que es pobre y extranjero, se tortura en las comisarías… Y eso dicho por la ONU, que es una institución sin ninguna intención de resolver los problemas del mundo y ayudar a la gente sometida (¿No fuiste tú la que me contó lo que hacían los funcionarios de la ONU en Timor?).
En definitiva, mientras en la ONU se reprendía al Estado Español por sus violaciones constantes de los derechos humanos, los telediarios de aquí hablaban de la bóveda esa que hizo Barceló en Ginebra, y si estaba bien o no gastar tanto dinero en tiempos de crisis. Eso es cegar y engañar, y hay mucha gente interesada en que siga pasando: unos por seguir amasando dinero y poder, y otros por miedo, por madrecita que me quede como estoy, que en el fondo lo que también esconde es una necesidad de dominar al prójimo.
Obviamente no se puede comparar un linchamiento en una comisaría de Madrid con una mutilación pública, o el secuestro de una revista con una lapidación. Pero sí se puede comparar con mutilaciones, ahorcamientos y lapidaciones el genocidio que causan nuestras leyes migratorias, las que nosotros votamos cada cuatro años, por ejemplo. Porque nosotros también financiamos un Muro de la Vergüenza en Ceuta y Melilla, donde se acribilla a decenas de personas todos los años, y se condena al hambre, la sed y la muerte a muchos cientos, si no miles. Y también tenemos un Río Grande, seguramente más grande que el original, donde asesinamos por ahogamiento a varios seres humanos todos los días, simplemente por ser más negros y más pobres que nosotros.
Si no queremos ver eso, y preferimos fijarnos en lo que pasa en Irán, será por algo. Digo yo. Por eso me joden los emails esos de salvemos a fulanita en Nigeria, o a fulanito en la Cochinchina.
También es verdad que si no llega a ser por tu mensaje, nunca se hubiera puesto uno a organizar sus pensamientos…
No sé, otro día hablamos de lo de Oporto. Supongo que tú lo conoces mejor, pero a mí sí que me pareció que había dignidad en esos antiguos lobos de mar que se beben la vida en los bares guarros de las ciudades portuguesas, o en esas señoras con el delantal que cenan espaguetis en los restaurantes de su barrio.
Eso de que la dignidad sólo está en cultivar coles y comérselas es lo que pensaba Pol Pot, y mira cómo acabó la cosa…
Hale, un beso,
Ánimo con tus proyectos,
Favila