martes, 30 de agosto de 2011
El lago
domingo, 28 de agosto de 2011
Contra la reforma de la Constitución
http://madrid.tomalosbarrios.net/2011/08/27/domingo-28a-marchamos-desde-los-barrios-del-suroeste-a-sol-contra-la-reforma-de-la-constitucion/
sábado, 27 de agosto de 2011
Pensando
Asesinato
viernes, 26 de agosto de 2011
El 15-M contra el sindicalismo amarillo: la huelga de profesores en Madrid
A pesar del emplazamiento hostil, la asistencia se prevé multitudinaria y el debate intenso. Los docentes inmersos en los grupos de trabajo de Educación y de Huelga General del 15-M y los delegados de sindicatos combativos (CNT y CGT) y plataformas independientes de profesores interinos como PICAM estarán allí empujando por una huelga indefinida que supedite el comienzo del curso a la retirada de los decretos que recortan, entre otras cosas, en 3.000 personas la plantilla de profesores de secundaria en Madrid. Haciéndoles frente, las cúpulas de los sindicatos amarillos (CCOO, ANPE, CSI-F, FETE-UGT y STEM) intentarán que la reunión sea, igual que la del pasado día 20 de julio en el instituto Beatriz Galindo, un gallinero donde no se puedan alcanzar acuerdos claros ni aprobar horizontalmente un calendario de acciones contundentes. Querrán reconducir el desencanto de los profesores madrileños hacia una huelga parcial de un día o de unas horas, un pasacalles disfrazado de manifestación, una pataleta. Esos profesionales de la desidia, los liberados sindicales, harán todo lo que esté en su mano por asustar al público ante cualquier propuesta valiente que hable de encierros en los centros de trabajo, piquetes, cajas de resistencia, organización asamblearia, acampadas con alumnos, padres y demás familia.
Sin embargo, la situación ha cambiado mucho en Madrid en estos últimos 98 días, y es muy posible que ahora los sindicalistas a sueldo reciban por fin su primer tortazo serio. Los habitantes de Madrid, incluidos los profes, se han acostumbrado a sentarse en asambleas, a escuchar respetuosamente la voz ajena en las plazas públicas y, lo que es más importante, a tomar en colectivo decisiones que afectan a sus propias vidas, pasando olímpicamente de escaños y de escabeles. Incluso los profes que no han participado en el Movimiento a buen seguro pasaron el último trimestre del curso anterior recibiendo, desde las filas de atrás de sus aulas, en las guardias por los pasillos, o en los corrillos de después de los claustros, zumbidos inquietantes de conceptos como "consenso", "pensamiento colectivo", "autogestión" y, ¿quién sabe?, tal vez hasta "lucha de clases". Confiemos en que algunos de ellos dejen en sus casas por una vez los blocs de arandelas, los partes de sanciones y las estilográficas para anotar ceros y positivos, y acudan a la reunión del miércoles solamente con el manual de moderación de asambleas en sus maletines. Después de la experiencia de la caótica reunión de fin de curso en el I.E.S. Beatriz Galindo, aquel manual que difundieron en su día las comisiones de dinamización de las asambleas de Sol y de los barrios, y que tanto bien le hizo al Movimiento, debería convertirse en el libro de texto obligatorio para los profes que se decidan a no empezar el curso. Porque resulta más que evidente que en la dinámica asamblearia irradiada como luz cegadora desde la plaza ocupada de Sol, mejor dicho en la capacidad de los profes madrileños para reproducirla en el seno de su colectivo en lucha, está el futuro de nuestras hijas y nuestros hijos, sus pupilos.
En ese sentido, también es importante destacar que la capacidad organizativa del gremio de docentes madrileño está en estos momentos a años luz de la de cualquier asamblea, grupo de trabajo o comisión emanada del 15-M, lo que dice mucho a su vez del compromiso de los profes con su sociedad, de su molicie de funcionarios hipotecados que, en su mayoría, NI aprenden NI dejan a los niños aprender. Ayer por la noche, después de la manifestación contra la reforma constitucional, ese diferencial de compromiso entre profes y gente del 15-M quedó muy patente en la Asamblea de Sol.
Como primer punto del orden del día, el grupo de trabajo de Huelga General sometió a consenso un breve texto en apoyo a la lucha de los trabajadores de la enseñanza pública madrileña con motivo de la crucial reunión del próximo miércoles. Como se mencionó la ubicación de la asamblea en la sede de la empresa de servicios laborales CCOO, enseguida brotaron los disensos entre los asambleados, y no se pudo llegar a un acuerdo al respecto. Los que disentían pedían unánimemente que la reunión de los profes madrileños se hiciera en la calle, y que la Asamblea de Sol no apoyase de forma explícita ningún evento que tuviese que ver con "los sindicatos". Sospechaban los discordantes sobre el resultado de una reunión que se celebrase en casa del enemigo.
A este humilde redactor le hierve la sangre de horror y de alegría cuando escucha ese tipo de manifestaciones. De horror al descubrir que los asambleados del 15-M siguen despotricando de "los sindicatos" de la misma manera que lo hacen de "los partidos", y de alegría al ver que la incorruptibilidad del cuerpo del 15-M continúa siendo notoria a pesar de las maniobras de los dirigentes de Comisiones, UGT e Izquierda Unida para aproximársele y sacar tajada de su milagro. Me explico.
En verdad, me parece un horror que la gente del 15-M, especialmente los más jóvenes, no se hayan percatado todavía de que lo que CCOO, UGT y las demás organizaciones sindicales corporativas precisamente no son es "sindicatos" (del griego δίκη, 'justicia'). El mero hecho de seguir utilizando ese término genérico para referirse sólo a ellos, aunque sea con la intención de descalificarlos y desmarcarse de sus movidas, es una ofensa para la gente que milita en verdaderos sindicatos, especialmente para los que son más viejos. No haberse informado todavía de que en este país sí existen los sindicatos combativos y de clase, y de que alguno de ellos, incluso, lleva más de cien años funcionando con los mismos principios, tácticas y finalidades con las que se desayunan desde hace tres meses muchos de los indignados del 15-M (tomando todas y cada una de las decisiones en asamblea, sin tener representantes, sin recibir subvenciones, sin participar en elecciones, autogestionándose, financiándose únicamente con las cuotas de sus afiliados, defendiendo a ultranza la acción directa y el apoyo mutuo, etc.) es un error de bulto y un horror enquistado.
Pero por otra parte el hecho de observar que los asambleados del 15-M saltan como fieras cada vez que alguien menciona las siglas de una organización política o sindical, denunciando ocultos intereses que ensuciarían el Movimiento, es, en sí mismo, un gustazo para los sentidos. En el caso de ayer me parece que se equivocaban, puesto que incluso los afiliados de las secciones de enseñanza no universitaria de los sindicatos combativos irán a esa reunión de todas formas, y en ningún momento, conociendo sus fuerzas, se han planteado intentar boicotearla o reclamar hacerla en otro sitio.
Así pues, queremos aprovechar estas líneas para animar a los profes madrileños a que acudan a la reunión del miércoles y para que apoyen, sin mirar por una vez su bolsillo, la huelga indefinida en la enseñanza no universitaria. No es ninguna broma lo que está en juego. Aunque muchos de los profes de nuestro país sigan lloriqueando por las esquinas su pérdida de prestigio en la sociedad actual, deben saber que en sus manos está el fuego que podría acabar con esta dictadura en la que vivimos. Si los profes son valientes y tienen la inteligencia para establecer asambleas de distrito y de centros de trabajo, incluyendo en ellas a padres y alumnos, su huelga puede ser el principio del fin del regimen capitalista que nos está estrangulando. El sueño del 15-M de extender el movimiento hacia los centros de trabajo se habrá realizado en el mejor de los escenarios posible: el del colectivo que, por mucho que ellos se lamenten, sigue siendo el más reputado en este país.
A ver qué dicen los tertulianos de Telemadrid cuando los profes y los maestros de la enseñanza pública se pongan en huelga. A ver quién es el guapo en la barra del bar que se atreve a llamarlos pijos engominados, como a los controladores de AENA, o piojosos, como a los limpiadores del Metro, o salvajes locomotores, como a sus maquinistas. Son los maestros y los profesores, y la educación se les supone.
Con el apoyo de las clases medias españolas asegurado, el mayor riesgo que enfrentaría el profesorado madrileño en caso de una verdadera huelga en la enseñanza primaria y secundaria vendría sin duda desde dentro. Una idea fuerte ya ha empezado a comercializarse desde las asociaciones de padres más reaccionarias, una idea que a buen seguro sería apropiada por las cúpulas de los sindicatos verticales tan pronto como las posturas más combativas y una gestión verdaderamente asamblearia de la huelga del 15 de septiembre pusieran en peligro sus privilegios. Consiste en decir que no es nada pedagógico ni nada educativo el gesto de no empezar las clases y dejar a los chicos en casa de sus padres ad perpetuum, o sea que la estrategia del enfrentamiento directo de los trabajadores con la Administración y el Estado para lograr los objetivos de paralización de los recortes en educación es una postura impopular e impropia de profesionales de la enseñanza. Dirán los padres que aún votan a PP-PSOE y los liberados sindicales que la suspensión del principio del curso puede tener consecuencias graves en el diseño curricular del año, en la complexión de los planes académicos, en la proporcionada distribución de los exámenes y las evaluaciones, y que los intereses de los docentes no pueden ponerse por encima de la formación del alumnado. Frente a eso, y en el caso de que se acuerde el miércoles la huelga, ojalá que los profes más conscientes sepan inculcar entre sus compañeros de gremio la idea de que el paro y el enfrentamiento abierto con la Administración del Estado no necesita, no, autocontrol. Todo lo contrario, que es la mejor enseñanza que les pueden transmitir hoy por hoy los docentes españoles a sus alumnos, para que en el futuro no sean NI unos simples NI unos esclavos. Ojalá, por lo menos, que los profesionales más dignos y más indignados sean capaces de alimentar entre el profesorado, de natural medroso, aquella duda que ya tenía Guyau a principios del otro siglo: si no será mejor dejar a los niños en la pereza que convertirlos en neurópatas (Education et Heredite. Étude sociologique, 1902, p.8).
En Egipto, el 27 de enero de 2011, un recién nacido Sindicato Independiente de Profesores se unió a la Federación por unos Sindicatos Independientes en Egipto, firmando un manifiesto y encabezando, junto a médicos y enfermeros, las subsiguientes invasiones de la Plaza de Tahrir. Quince días después cayó el tirano. Misteriosamente, en su camino a la Plaza de la Liberación de El Cairo, los profes egipcios arrastraron a las calles a miles de otros profesores en un lugar tan alejado del mapa como la ciudad de Madison, en el inhóspito Midwest norteamericano.
Después de las trágicas movilizaciones de profesores y estudiantes en Santiago de Chile hace unos días, este miércoles la pelota les cae como por arte de magia a los profesionales de la enseñanza madrileños. Y es que, si en Madrid los docentes deciden por fin ir a una huelga indefinida el próximo 15 de septiembre, de pronto las tizas de otros lugares del mundo, tal vez en Belgrado, o en Oaxaca, o en la valerosa ciudad de Urmia, estarán apuntando la lección de lo que pasa en España. Será cuestión de seguir aprendiendo, porque la caída del régimen capitalista es un hecho y ocurrirá tarde o temprano. Falta saber la ubicación del estrado donde se derrumbará primero y con mayor estrépito.
Pero no se admiten apuestas. Tendrá que costar lo que cueste.
lunes, 1 de agosto de 2011
Rubalcaba en Lavapiés
http://www.elpais.com/articulo/portada/ser/humano/ilegal/elpepusoceps/20110731elpepspor_3/Tes
En ese caso, el señor Millás nos llama abiertamente "héroes", "superhéroes de barrio", vamos, como decía el otro.
Ayer, en cambio, apareció este otro artículo en ABC donde María Isabel Serrano se despacha a gusto con nosotros: nos llama amotinados, perroflautas y borrachos que nos ahogamos en nuestros propios orines.
http://www.abc.es/20110731/madrid/abcp-polvorin-llamado-lavapies-20110731.html
A mi modo de ver, tanto Millás como doña Isabel Serrano escriben igual para sus amos, y son igualmente tramposos. En el caso del primero, su relación con el grupo PRISA (El País, Alfaguara, etc.) viene de muy lejos, y su artículo se enmarca dentro de esa especie de acercamiento al 15-M que los medios afines al PSOE quieren escenificar con vistas a las elecciones.
Por ponerles un ejemplo que nos afecta directamente, les diré que, después de las dos expulsiones de la policía por vecinos de Lavapiés, el Grupo de Trabajo de Migración y Convivencia de la Asamblea Popular de ese barrio y otros colectivos que llevan tiempo luchando contra el racismo y la violencia policial contra personas migrantes, tales como Ferrocarril Clandestino, SOS Racismo o las Brigadas Vecinales de Observación de los Derechos Humanos, han estado semanas recibiendo un auténtico bombardeo de mensajes cariñosos y peticiones afables por parte de redactores de la Ser, la Sexta, RNE, El País, etc., pidiéndoles que les dejen entrar a olisquear en sus asambleas, en sus talleres, en sus grupos, para, con la excusa de difundir su lucha, destriparlos, descorazonarlos.
Y es que hoy pueden hablar bien de nosotros, e incluso llamarnos héroes, igual que hace días nos llamaban insurrectos antisistema, e igual que después de las elecciones, gane quien gane, vendrán a molernos a palos. De momento, los medios cercanos al actual gobierno seguirán manteniendo esa tensión, dándonos palmaditas en la espalda un día y pegándonos porrazos en la cabeza la mañana en que ellos decidan que ya hemos empezado a ser un poco violentos.
La serie de "tweets" que fue publicando en el Eskup de El País Digital su reportero más dicharachero, Juan Diego Quesada, los pasados días 23 y 24 de julio durante las movilizaciones de recepción a las Marchas Indignadas, creo que puede ser sintomática de esa actitud demagógica que los medios afines al PSOE reproducirán de aquí al fin de la legislatura. Fíjense en los subrayados. Juan Diego Quesada, ese jovencito afable y un poco guasón, fluctúa misteriosamente y demasiado rápido entre la personalidad del hermano simpático de Los Morancos y la del compañero acusica de la escuela, ése que siempre acababa jodiéndonos la vida a los demás a cambio de salvar su propio culo. Juan Diego Quesada, a mí que estaba en esa marcha, me da un miedo pánico, más casi que los redactores trogloditas del ABC o El Mundo, cuyas falacias al menos son transparentes. He aquí sus palabras:
- Un hombre que dice ser policía se hace con el micrófono. "Pese a nuestro trabajo os apoyamos porque nosotros también estamos indignados". ¡Policía únete!, grita la gente. No es una declaración cualquiera: simpatizantes del 15-M han impedido detenciones a inmigrantes irregulares.
- 172 minutos de asamblea. Y sigue a pesar de que se ha anunciado su fin en varias ocasiones. Se hace mención a una Ana que cumple años. Amago de felicitaciones para todo el que tenga algo que celebrar. Ya todo vale a las 00:24 minutos.
Una patrulla de indignados estará toda la noche pendiente de que no ocurra nada en Sol. Mediará en caso de conflicto. Durante el día se ha producido alguna que otra pelea. A las cuatro, en la Alimentación, un tipo lanzó una silla en una discusión. Le aplacaron entre varios.
- La manifestación se desmadra. Un grupo numeroso rompe el trayecto programado y sube por Gran Vía.
- Ahora hay dos protestas. Los que suben Gran Vía pretender llegar hasta Callao y bajar por calle Preciados. En la oficina del banco Sabadell están haciendo pintadas.
-La Policia corta la Gran Vía. Los indignados bajan por Preciados, la calle más comercial de la ciudad. Pocas veces pasa por aquí una manifestación. Lo hacen sin autorización, saliendose del recorrido. Se encontrarán en Sol con el resto de gente.
- Asamblea con megáfono a todo trapo en el Congreso, rodeado de hoteles. Plácida noche para sus clientes! Se debate si permanecer aquí o acampar en Neptuno y cortar el tráfico.
A mí me parece que, a partir de ahora, y hasta el día de las elecciones, la estrategia del PSOE, a través de su aparato mediático (PRISA, la Sexta, Mediapro, Público, Miguel Sebastián) será la de mostrar cierta simpatía hacia la gente del 15-M, al tiempo que la represión policial continuará siendo relativa y selectiva, de mediana intensidad. Mientras tanto, el discurso del PP y CIU se irá embruteciendo, pidiendo mano dura contra nosotros, los perroflautas. De esa forma Rubalcaba y sus secuaces intentarán conseguir los votos de esa parte de la gente que ve con buenos ojos el 15-M pero que todavía no ha salido a la calle. El mensaje que pretenderán lanzar será muy claro: o gobernamos nosotros, o si no vendrá el fascismo y la represión más cruel. La idea de colocar las elecciones en la fecha del 20-N va por la misma línea. Es muy probable que los indignados estén acampados por doquier la víspera y el día de las elecciones. Es muy probable que los franquistas y los neonazis también quieran sumarse al festín, y reclamen su derecho a ir por ahí por las plazas y calles celebrando la muerte de su líder. Cuando salten las chispas, Rubalcaba y su perra policía podrán aparecer en público como el elemento pacificador, el garante de la estabilidad de este país: o nosotros o la guerra civil, o nosotros o la burra que vuelve al trigo.
Además, esta estrategia se reforzaría con algún tipo de armisticio de ETA en el final de la legislatura, para que el PP pueda aparecer en su show echándosele al cuello a Rubalcaba por llegar a acuerdos con terroristas separatistas. En definitiva, el PSOE sabe que sólo de una forma traumática (como el 14 de marzo de 2004), con un shock mediático, podrá ganar las elecciones de 2011. Su baza es fingir que Rubalcaba representa la paz, y con Rajoy será la guerra.
Frente a eso, yo espero que la gente del 15-M, especialmente en Lavapiés, no se vaya a dejar engañar. Que seamos conscientes de este tipo de estrategias políticas, y que nos demos cuenta de que el fascismo y la represión del PSOE son iguales que la represión y el fascismo del PP, porque los que gobiernan son otros. La inteligencia política que nos da el haber estado dos meses largos en las calles y en las plazas sentándonos delante de tipos armados hasta los dientes, con las pupilas dilatadas por el racismo, el odio y la farlopa, no se consigue en ningún otro sitio.
Creo que aquellos artículos y estas marrullerías políticas en las que pretenden enfangarnos no deberían servir más que para reafirmarnos en nuestra postura en relación a los medios hegemónicos. No deberíamos subvencionar con nuestras propinas ni con nuestra carnaza a los dueños de El País o del diario Público, que trabajan para sus intereses igual que lo hacen los redactores de El Mundo, La Razón, el ABC o el rotativo quincenal de la Falange, si es que lo tiene. Creo que deberíamos seguir ignorándolos a todos. Y creo, sinceramente, que, llegados al punto de las elecciones, las estrategias barriobajeras que estamos viendo por parte de los partidos políticos, sólo se podrían desactivar de una manera desde el 15-M: consensuando una llamada explícita a la abstención activa, apelando a una ruptura drástica con ese sistema inquebrantable del que sólo se benefician los poderosos.
En el caso muy poco probable de que así se hiciera, yo creo que el éxito estaría asegurado: si sale un 37% de abstención como en las últimas municipales, no habrá nadie que no lo compare con el 25% de los votos y la mayoría absoluta obtenida por el PP, y ningún medio podrá hablar de que Rajoy "ha arrasado" en las elecciones sin que se le vea el plumero. Porque lo que habrá arrasado será el 15-M, enfrentándose por fin frontalmente a un sistema democrático que es dictadura.
Si la abstención supera más del 50%, entonces sí, debería ser el "game over", el acabóse. El sistema habrá entrado definitivamente en "crisis", en involución, y todo el mundo que haya ido a votar podrá empezar a llamarse, en puridad, antisistema.
De momento, y para el caso concreto de lo que está pasando en Lavapiés, hay infinidad de medios independientes, que se gestionan de forma asamblearia y horizontal con los que podemos informarnos e informar maravillosamente. No debemos considerarnos a nosotros mismos ni héroes ni radicales violentos. Los de la foto que comentaba Juan José Millás somos José Luis, Natalia, Ernesto, Mamadou, Gonzalo, y otros muchos que se tuvieron que quedar en la plaza o en sus casas por miedo a perder los papeles.
La guerra con los vecinos más recalcitrantes, los que se creen lo que les dice El Mundo y Telemadrid, seguirá estando ahí, pero nosotros sabemos que las redadas racistas y los abusos policiales existen: tenemos la razón y podemos perfectamente convencerles con las palabras, con los gestos, con los testimonios de vecinos agredidos, mostrándoles de qué manera se equivocan y les hacen equivocar los que les gobiernan.
La guerra contra las armas del Estado ya es otra historia. No se me ocurre la forma de enfrentarlas.
En realidad, ya son casi las 8 y me tengo que ir corriendo a la manifestación de protesta contra el desalojo del Punto de Información de Sol y de los acampados de Recoletos de esta mañana. Me dicen que la policía ya lleva más de una hora registrando a todo el mundo en las inmediaciones de la Plaza de Sol, preguntándonos que adónde vamos y que de dónde venimos. Han identificado ya a cientos de personas, seleccionándolos según su indumentaria. Veremos a ver qué nos tiene Rubalcaba hoy preparado.
Larga vida al 15-M.